El realizador de la Nueva Ola Francesa calificó la película de James Cameron como "una basura" y criticó con dureza tanto al director como a la actriz protagonista.
El legendario director Jacques Rivette, una de las figuras más influyentes de la Nueva Ola Francesa, nunca tuvo reparos en expresar sus opiniones sobre el cine y sus colegas. Alejado del cine comercial de Hollywood, el realizador mantuvo siempre una mirada crítica hacia las grandes producciones, y su opinión sobre Titanic no fue la excepción.
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En una entrevista concedida a Les Inrockuptibles en 1998, Rivette fue contundente al hablar sobre el éxito dirigido por James Cameron. “Estoy totalmente de acuerdo con lo que dijo Jean-Luc Godard en Elle esta semana: es una basura. Cameron no es malvado, no es un imbécil como Spielberg. Quiere ser el nuevo De Mille”, declaró el cineasta, en alusión al estilo grandilocuente del director estadounidense.
Respecto al modo de dirigir de Cameron, añadió sin contemplaciones: “Desafortunadamente, no puede salir de una bolsa de papel”, una frase con la que desestimó por completo el talento narrativo del creador de Avatar y Terminator.
Pero las críticas de Rivette no se detuvieron allí. También apuntó contra la protagonista del film, Kate Winslet, a quien calificó de manera lapidaria: “Lo peor es la actriz, horrible, imposible de mirar, la actriz más descuidada que haya aparecido en una pantalla en mucho, mucho tiempo”.
Jacques Rivette
Rivette incluso se aventuró a analizar el motivo del éxito de la película entre el público joven: “Creo que por eso ha tenido tanto éxito entre las chicas jóvenes, en especial chicas americanas un poco inhibidas que ven la película una y otra vez como si fuese un peregrinaje: se reconocen en ella y sueñan que caen en brazos del hermoso Leonardo”.
A pesar de estas duras declaraciones, Titanic logró trascender el paso del tiempo. El film, estrenado en 1997, continúa siendo un clásico del cine romántico y de catástrofe, y consolidó a James Cameron y Kate Winslet como referentes de la cultura cinematográfica mundial. Mientras tanto, la visión crítica de Rivette refleja la eterna tensión entre el arte de autor y el espectáculo de masas.