Con un primer tiempo arrollador, el conjunto ecuatoriano venció 3-0 al Verdao en el estadio Rodrigo Paz Delgado y dio un golpe de autoridad en la ida de las semifinales del certamen internacional. La revancha será el 30 de octubre en San Pablo.
La altura de Quito no fue solo geográfica, también futbolística. Liga Deportiva Universitaria demostró su jerarquía y dio un paso enorme rumbo a la final de la Copa Libertadores tras golear 3-0 a Palmeiras, en un estadio Rodrigo Paz Delgado que fue una verdadera caldera. Diecisiete años después de conquistar la Gloria Eterna, el conjunto de Tiago Nunes volvió a ilusionar a todo Ecuador.
Desde el arranque, el Rey de Copas impuso condiciones y arrolló al conjunto brasileño. Con Gabriel Villamil como gran figura y autor de un doblete, más un tanto de Lisandro Alzugaray, el equipo local golpeó rápido y no dejó reaccionar al elenco de Abel Ferreira, que lució desbordado ante la intensidad y precisión del dueño de casa.
La presión alta, los bombazos de Leonel Quiñónez, la inteligencia de Jeison Medina y la seguridad del arquero Alexander Domínguez fueron determinantes para sostener un rendimiento colectivo impecable. En el complemento, Liga bajó el ritmo pero mantuvo el control y neutralizó a un apagado Vitor Roque, que casi no pudo gravitar.

El cierre tuvo un sabor a heroísmo: Alzugaray y Medina se retiraron lesionados, pero sus compañeros defendieron con el alma una ventaja que los deja muy bien posicionados para la revancha del 30 de octubre en Brasil. Sin embargo, nadie en Quito se confía: enfrente estará un rival con experiencia copera y sed de revancha.