Es importante distinguir este gesto de la típica postura que adoptan algunos perros durante el juego. En este caso, suelen rodar hacia atrás de manera rápida, moviendo las patas y con una expresión juguetona. En cambio, cuando la señal es de confianza, el animal suele relajarse, respirar lentamente y quedarse tranquilo, invitándote incluso a acariciarle la panza.
Aunque mostrar el abdomen es uno de los signos más claros, no es el único. También podés notar la confianza de tu perro cuando:
- Te sigue a todos lados sin ansiedad.
- Duerme profundamente cerca tuyo.
- Mantiene contacto visual relajado.
- Te trae sus juguetes o se apoya contra tu cuerpo.
La confianza no aparece de un día para otro; se construye a través de cuidados, paciencia y respeto. Evitá forzar a tu perro a hacer algo que le incomode y premiá sus conductas positivas con caricias o recompensas. Con el tiempo, tu perro te mostrará cada vez más señales de seguridad y apego.
