Desde Estudiantes, encabezado por Juan Sebastián Verón, dejaron en claro que no tienen intención alguna de negociar al mediocampista.
En medio del caos institucional y deportivo que vive Boca Juniors, Juan Román Riquelme se puso al frente del mercado de pases y activó una jugada que no tardó en hacer ruido: ofreció a Marcos Rojo y 2.5 millones de dólares a Estudiantes a cambio de Santiago Ascacíbar, uno de los pilares del equipo de Eduardo Domínguez.
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La propuesta fue directa y oficial, según reconocen desde el entorno del club platense. Sin embargo, la respuesta fue inmediata y negativa. Desde Estudiantes, encabezado por Juan Sebastián Verón, dejaron en claro que no tienen intención alguna de negociar al mediocampista, mucho menos con un competidor directo como el Xeneize.
Además del valor deportivo que representa el "Rusito", en La Plata cuestionaron los términos económicos del ofrecimiento y remarcaron que la única chance para que Rojo regrese al club es con el pase en su poder y pidiendo disculpas públicas a la hinchada por su conflictiva salida.
Riquelme, por su parte, insiste desde hace tiempo por Ascacíbar. Ya intentó sumarlo en anteriores mercados y lo considera un futbolista clave para reconstruir el mediocampo de Boca. Además, busca destrabar la situación de Rojo, marginado del plantel profesional y con un contrato pesado que representa un conflicto latente dentro del club.
Por ahora, la negativa del Pincha es rotunda. Aunque el mercado sigue abierto, en Estudiantes saben que si Boca realmente quiere a Ascacíbar, deberá hacer una propuesta muy distinta. Y por lo pronto, el "Rusito" seguirá siendo el motor del equipo que también sueña en la Copa Libertadores.