Economía confirmó un superávit primario del 0,9% del PBI hasta junio. La meta acordada con el Fondo es del 1,6% para todo 2025. Se esperan definiciones sobre el envío de US$2.000 millones.
El Gobierno nacional continúa avanzando con su plan de ajuste fiscal para cumplir con las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) en el marco del nuevo programa de Facilidades Extendidas. Mientras tanto, se encuentra a la espera de que se destrabe un nuevo desembolso de US$2.000 millones, a la vez que redobla su estrategia para contener el dólar y evitar presiones inflacionarias.
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Según informó el Ministerio de Economía, el Sector Público Nacional (SPN) acumuló hasta junio un superávit primario equivalente al 0,9% del Producto Bruto Interno (PBI). En junio, el resultado financiero fue superavitario en $551.234 millones, mientras que el resultado primario ascendió a $790.533 millones. A su vez, los intereses netos de deuda pública fueron de $239.299 millones.
“Profundizando el ancla fiscal del programa de gobierno”, señaló la cartera conducida por Luis Caputo, que busca sostener la disciplina fiscal como eje central de su política económica.
La meta anual con el FMI es alcanzar un superávit primario del 1,6% del PBI. Con el 0,9% acumulado hasta la mitad del año, el Gobierno logró un 56% del objetivo, lo que indica que deberá mantener o incluso intensificar su política de ajuste durante el segundo semestre.
En ese sentido, el presidente Javier Milei y su equipo económico buscarán frenar cualquier intento legislativo que implique mayores erogaciones del Estado. Entre las iniciativas que podrían afectar el equilibrio fiscal figuran el aumento a jubilados, cambios en la coparticipación del impuesto a los combustibles líquidos y la distribución de los Aportes del Tesoro Nacional (ATN), todas aprobadas recientemente en el Senado. El Ejecutivo ya anticipó que recurrirá al veto presidencial para evitar su impacto presupuestario.
En paralelo, el Gobierno argentino aguarda el cierre de la primera revisión técnica del nuevo acuerdo firmado en abril con el FMI. Este paso es clave para que el organismo apruebe un nuevo desembolso por US$2.000 millones, destinado a reforzar las reservas del Banco Central.
“Aún no tengo una fecha para la reunión de la Junta Directiva, pero los mantendremos informados”, señaló Julie Kozack, vocera del Fondo, en su última conferencia de prensa. Para que la revisión avance, primero deberá alcanzarse un acuerdo a nivel del staff técnico (staff level agreement), tras lo cual el Directorio del FMI podrá evaluar y aprobar el informe.
Hasta ahora, el programa contempla un financiamiento total de US$20.000 millones, de los cuales ya se han desembolsado US$12.000 millones. No obstante, uno de los principales desafíos que enfrenta la administración Milei es la acumulación de reservas, un punto en el que aún hay tensiones: el país llegó a la fecha de corte oficial con un déficit de aproximadamente US$4.000 millones, lo que pone presión adicional al cumplimiento de las metas pactadas.
En línea con los compromisos asumidos, el Ejecutivo anunció la disolución de tres fideicomisos públicos adicionales, completando así los 29 que se había comprometido a eliminar ante el FMI. Esta medida forma parte de una serie de reformas estructurales exigidas por el organismo multilateral para asegurar mayor transparencia y eficiencia en el manejo de los recursos estatales.
El Gobierno mantiene la expectativa de que en los próximos días, durante la reunión del G20 en Sudáfrica, pueda avanzar en conversaciones clave que destraben el desembolso y ratifiquen el rumbo económico ante la comunidad internacional.