Ejercicio creativo de altura firmado por Christine Molloy y Joe Lawlor y protagonizado por Imogen Poots, que retrata con extraordinaria vehemencia a Rose Dugdale, una joven heredera que se rebeló contra su educación aristocrática inglesa y robó 19 obras maestras para apoyar la lucha armada del IRA.
Por Antonio Trashorras
Para Fotogramas
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
Uno reconoce estar ante un ejercicio creativo de cierta altura cuando, diseccionando contenido y forma con un mínimo de lucidez de juicio, desmenuzando con objetividad valorativa desde la intención hasta la ejecución, es capaz de rendirse a la obra, aunque motivo y objeto apenas le generen simpatías. Con patente robustez fílmica, 'Baltimore' narra un momento concreto en la vida (real) de una persona corroída por el fanatismo y con tendencia natural a transitar esa reconocible cuesta abajo de la radicalidad que nace con ideas fervientes y deviene intransigencia para, con engañosa lógica, desembocar en algo tan prosaico y terrible como la pura acción violenta.
Varios de los actos consumados (dentro y fuera de la película) por la mujer a la cual Imogen Poots retrata aquí con extraordinaria vehemencia encerada de destreza resultan indefendibles; si bien en pantalla la percibimos como una creyente movida por un fervor que, errado o no, gracias al buen hacer de sus escritores-guionistas, captura nuestra atención y, transigiendo ante el puro talento, bajemos todo escudo crítico-moral.
Para aficionados a los biopics que trascienden la mera sucesión de eventos.