Fue en el final de la victoria de Almagro por 2-1 ante Patronato correspondiente a la fecha 16.
Lo que debía ser un simple partido de fútbol terminó en escándalo. Almagro le ganó 2-1 a Patronato como local por la fecha 16 de la Zona A de la Primera Nacional, pero el resultado quedó completamente opacado por una batalla campal que involucró a jugadores de ambos equipos, cuerpos técnicos y hasta la policía.
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Todo se desató a los 51 minutos del segundo tiempo, cuando Matías Pardo, jugador del Patrón, fue expulsado y, en su salida del campo, le dijo algo a Luis Jerez Silva. El futbolista de Almagro no se lo tomó bien, lo fue a buscar y la situación se descontroló.
El mediocampista visitante Santiago Gallucci Otero intentó calmar la situación, pero agarró del cuello a Jerez Silva y ambos terminaron en el suelo. A partir de ahí se generó un altercado generalizado con empujones, piñas y corridas entre los integrantes de ambos planteles.
La policía que estaba apostada en el campo intentó intervenir, pero lejos de calmar los ánimos, empeoró el conflicto: uno de los agentes incluso derribó de un golpe a Gallucci Otero, agravando aún más el escándalo.
Finalmente, el árbitro Marcos Recalde decidió expulsar también a Jerez Silva, luego de los incidentes. En lo deportivo, el Tricolor se quedó con los tres puntos gracias a un doblete de Ulises Yegros, mientras que Alan Bonansea había marcado para la visita.
El hecho promete tener consecuencias disciplinarias en los próximos días, ya que las imágenes de la pelea fueron captadas por la televisión y circularon rápidamente por redes sociales, generando indignación en el ambiente del fútbol.