Antes de los penales, los plateistas xeneizes estallaron y, por primera vez, cantaron contra la "Comisión".
Por primera vez desde que Juan Román Riquelme asumió como presidente, parte de la hinchada de Boca estalló contra su propia dirigencia. El episodio se dio tras el sufrido pase a cuartos de final ante Lanús, y aunque la clasificación por penales trajo algo de alivio, los cantos encendieron las alarmas.
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Apenas Leandro Rey Hilfer marcó el final del tiempo reglamentario, desde las plateas de la Bombonera bajó el inédito cántico: "La Comisión, la Comisión, se va a la p… que los parió", en clara referencia al Consejo de Fútbol compuesto por Cascini, Serna y Delgado. Fue un reproche fuerte, jamás escuchado hasta ahora y dirigido al corazón del proyecto de Riquelme.
La noche comenzó tensa. Antes del inicio ya hubo silbidos para Marcos Rojo, Tomás Belmonte y Alan Velasco cuando se anunció la formación. A los 26 minutos, tras una llegada clara de Lanús, la Bombonera tronó con un "Movete, Boca, movete", y al término del primer tiempo, el descontento se expresó con más silbidos.
La segunda parte mantuvo el clima caliente. El famoso "Jugadores, la c… de su madre" y el durísimo "Que se vayan todos, que no quede ni uno solo" anticiparon lo que sería el punto más alto del enojo: los insultos a la dirigencia, inéditos en la era Riquelme.
El clima fue aún más evidente desde las plateas, mientras que desde La 12 se escuchó un fuerte cruce: "Plateísta botón, sos un hijo de p…", una forma de marcar la interna entre sectores de la hinchada.
En cuanto a los jugadores, Rojo, Belmonte y Velasco fueron los más apuntados. Al capitán le pesa su historial de lesiones, su rol de referente y algunas declaraciones recientes. No obstante, convirtió su penal (lleva 9 de 9) y evitó una reprobación mayor.
Belmonte, ex Lanús, fue silbado por su flojo nivel, aunque no ha sido mucho más bajo que el del resto del plantel. Por su parte, Velasco quedó marcado por su fallo en el último penal frente a Alianza Lima, que significó la eliminación temprana de la Copa Libertadores. Además, no ha logrado justificar aún los 10 millones de dólares invertidos en su pase.
La Bombonera explotó temprano. A los 26 minutos, cuando Eduardo Salvio casi pone en ventaja al Granate, la gente reaccionó. El descanso llegó con silbidos y presión: "Esta noche cueste lo que cueste, esta noche tenemos que ganar".
La clasificación por penales le dio aire al plantel y a la dirigencia, pero el mensaje quedó claro: el descontento crece y ya no hay intocables en Boca.