En dichos audios, el santo padre argentino habla con franqueza sobre sus últimos días antes de ser papa.
En medio del luto mundial por la muerte de Francisco, Telenoche reveló este miércoles nuevos audios inéditos de la entrevista que Nelson Castro le realizó al sumo pontífice en 2019 en el Vaticano. En este segundo tramo de la conversación, el santo padre argentino habla con franqueza sobre sus últimos días antes de ser papa.
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“Ya tenía todo preparado”, se escucha decir -en el primero de los audios-, al entonces cardenal Jorge Bergoglio: “Me había adelantado a prepararme la pieza en el hogar sacerdotal en mi barrio. Una pieza normal, como la de cualquier cura ahí. Ya pensaba que iría a confesar a Flores, ya tenía el plan hecho”.
Su idea era una vida sencilla, alejada de los grandes escenarios. Incluso, reveló que había redactado el discurso para la misa del Jueves Santo y se lo había dejado listo al arzobispo auxiliar. “Estaba convencido de que mi vida sacerdotal estaba terminada”, expresó y siguió: “Lo único que le pido a Jesús es que no me duela la muerte, porque no soy valiente para el dolor. Que me acompañe en ese momento, pero que no me duela”.
Antes de viajar al Vaticano, Bergoglio pasó por la Nunciatura y le dijo al entonces nuncio que regresaría a Buenos Aires el sábado previo al Domingo de Ramos. “Ningún papa asume en Semana Santa”, bromeó. Incluso compartió con él el nombre del que consideraba su candidato ideal para sucederlo en Buenos Aires. “No se lo voy a decir para no quemarlo”, le dijo, aunque finalmente accedió a compartirlo con discreción.
Los audios, grabados en confianza y guardados con reserva por pedido del propio papa, revelan a un hombre que vivió en carne propia el desconcierto de lo inesperado. “Como la… el caminito, desde que se fue, nunca más volvió”, reflexiona Francisco con una mezcla de humor y nostalgia.
En otro fragmento inédito, Nelson le pregunta si extraña a la Argentina. La respuesta, aunque serena, resultó desconcertante: “¿Extrañar? ¿Sabe que no? No. Como que haber vivido 76 años allí… Siempre pienso a mi país con simpatía, porque lo quiero. Pero no siento esas ansias de volver”.
“¿Se siente solo?”, le preguntó Nelson Castro. “No, para nada”, respondió el papa, con una sonrisa que se adivina en la voz. Enseguida explicó que vivir en la residencia Santa Marta, rodeado de una comunidad que le dio una cotidianeidad que nunca había imaginado posible en el Vaticano. No estaba solo, aunque tampoco, tal vez, acompañado como lo estaba en Buenos Aires.
La revelación de estos audios refleja en completa intimidad la figura de Francisco. Ya no sólo como el líder espiritual que marcó una época, sino como un hombre común que creyó que su tiempo había pasado, que se despidió de su ciudad, dejó cartas escritas y discursos preparados, y que luego fue empujado por la historia hacia un destino completamente distinto.
“Lo que más impacta —dice Nelson Castro al cierre del especial— es que todo esto lo sabíamos en parte, pero escucharlo en su propia voz, con esa sinceridad tan propia de él, es otra cosa. Uno lo imagina ahí, cerrando la puerta de su pieza en Flores, sin saber que jamás volvería”.