El subsecretario de Industria de la provincia, Llamil Abdala, visitó los estudios de Radio Panorama y analizó el contexto económico nacional e internacional que afecta al sector industrial de Santiago del Estero.
En un panorama macroeconómico complejo y con una mirada puesta también en la guerra comercial entre Estados Unidos y China, El subsecretario de Industria Llamil Abdala vertió numerosas consideraciones durante una charla con Radio Panorama.
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“La industria santiagueña es un sector protagonista de la economía provincial, que ha crecido, pero no puede ser una isla en un océano. Estamos atravesando una coyuntura donde la gestión nacional no está siendo favorable. Esto es cíclico, ya se ha visto entre tres y cuatro veces, incluso con actores que hoy repiten políticas similares. Todo esto tiene muy preocupado al sector, por la creciente suba de costos y un mercado estancado, además del aperturismo indiscriminado de las importaciones, que pone a muchas industrias en jaque a corto y mediano plazo”, consideró.
Al referirse a la necesidad de respaldar sus afirmaciones con datos concretos y no con argumentos ideológicos, Abdala destacó que “la industria nacional representa el 16% del PBI y el 30% de los tributos que se recaudan en Argentina. Tiene un alto nivel de productividad, pero una baja competitividad, producto de una matriz impositiva adversa y un contexto macroeconómico muy fluctuante. Si bien se ha reducido la inflación, hoy tenemos un promedio del 55% de capacidad instalada, con algunas actividades aún por debajo de ese valor. Es preocupante, y más aún cuando no hay señales de políticas activas desde el gobierno nacional”.
El funcionario planteó además la necesidad de una agenda nacional que incluya el concepto de competitividad al asegurar que “no pedimos cerrarnos, pero sí igualdad de condiciones. La Nación podría reducir la presión impositiva para que la producción local no quede en desventaja frente a lo que entra desde afuera, tanto por canales legales como —especialmente en el rubro textil— por vías informales y fronterizas, que generan un perjuicio enorme para la industria nacional”.
En ese sentido, se refirió al impacto sobre una cadena productiva clave en la provincia: “La industria textil del algodón en Santiago nace en el campo, con la siembra, continúa en las plantas de desmote que producen fibras, y sigue en las fábricas que elaboran toallas y telas. Es un proceso que agrega valor desde la semilla hasta el producto terminado. ¿Cuánto se pierde en ese recorrido si se abren las puertas a la importación sin ningún tipo de regulación?”.
Abdala también se refirió al régimen tributario y la carga impositiva y explicó que "una remera de algodón importada paga un arancel del 2%, pero carga con un 50% de impuestos. De eso casi no se habla. El presidente dijo que no subiría impuestos, pero creo que es momento de dar paso a la producción, mirar al mundo y reconocer que estamos en un cambio de época. No deberíamos hacer espejo con Estados Unidos, sino con los países BRICS".
En cuanto a las recientes restricciones comerciales consideró que “la semana pasada nos informaron que la carne argentina ya no ingresará al mercado estadounidense, y se supone que somos países amigos. Tenemos en la provincia un frigorífico con cupo Hilton y certificaciones internacionales. Todo ese sector está muy preocupado. Es una inversión que le permitió a la provincia despegar. Santiago del Estero no es la misma de hace 20 años; su matriz productiva e industrial se ha modernizado. Es algo que hay que seguir de cerca”.
Finalmente, se refirió al impacto que la baja del dólar tiene sobre las exportaciones: “El tipo de cambio actual es sumamente adverso. La exportación no va a sostenerse así, y no alcanza con advertencias al sector agropecuario para que liquiden sus cosechas. No digo que la solución sea una devaluación, pero el tipo de cambio tiene que ser competitivo para nivelar la cancha y permitir que se compita en igualdad de condiciones”.