Con el estudio a oscuras y un clima de profunda emoción, Josep Pedrerol rindió homenaje al histórico arquero de Boca y River, entre otros equipos.
La muerte de Hugo Orlando Gatti dejó una profunda huella en El Chiringuito, el programa español donde el exarquero argentino se convirtió en un personaje entrañable para el público, pese a no haber jugado nunca en el fútbol español. Su estilo directo, su amor por el debate y su espontaneidad lo convirtieron en una figura querida y respetada en el ámbito televisivo.
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El conductor del ciclo, Josep Pedrerol, abrió la emisión del programa con un emotivo homenaje: “Nos ha dejado el Loco. Han sido muchos días de lucha. Al final, nos dijo adiós”. Gatti fue parte del programa desde sus orígenes, y su presencia marcó a toda una generación de espectadores, incluso a quienes jamás lo vieron defender los arcos de Boca, River o la Selección Argentina.
Pedrerol compartió recuerdos personales y reveló una faceta desconocida del Loco: “Era un gran tímido. Se ponía solo en un rincón, sin hablar. Pero cuando se encendía el piloto rojo, aparecía el personaje fuerte, polémico, inolvidable”. Esa dualidad entre la timidez fuera de cámara y la pasión desbordante al aire, lo transformó en un fenómeno mediático único.
A pesar de su regreso a Argentina en los últimos tiempos, Gatti seguía siendo parte del alma del programa. El conductor recordó su amor por el Real Madrid, el dolor que significó la muerte de su esposa Nacha Nodar y su profundo vínculo familiar: “Tenía a su mujer, que era su equilibrio. A sus hijos, a su nieto Jerónimo. Un abrazo para todos ellos”, expresó con la voz entrecortada.
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Fiel a lo que el Loco hubiese querido, El Chiringuito decidió continuar con pasión y fútbol. “¿Un homenaje? El Loco no hubiera querido eso. Hubiera querido un programa con emoción, con su Madrid ganando. Y hoy ganó (1-0 al Athletic Club)”, sentenció Pedrerol.
Así, entre lágrimas, anécdotas y un profundo respeto, el programa despidió a uno de sus íconos. El Loco Gatti, que conquistó corazones sin ponerse nunca una camiseta española, dejó su sello en la televisión como lo hizo en el fútbol: con valentía, personalidad y amor por el juego.
