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Una escort asesinada y un policía echado de la fuerza por el crimen

Atada con cadenas y en el fondo de una pileta. Antonella Acuña tenía 22 años y había pactado una cita con el policía, quien en ese momento estaba de baja en recuperació por consumo de drogas.

13/04/2025

Antonella Acuña tenía 22 años y trabajaba como escort. La noche del martes 1 de abril, salió de su casa en la zona Oeste del conurbano bonaerense para encontrarse con un cliente con el que había acordado una cita. Fue hasta una vivienda ubicada en la localidad de Mariano Acosta, en Merlo. Nunca regresó.

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Su madre denunció su desaparición, y al día siguiente, su cuerpo fue encontrado sumergido en el fondo de la pileta de esa misma casa, con una cadena de gran porte atada a los pies. El dueño de la propiedad, un joven policía con antecedentes de consumo de drogas, fue detenido en el lugar. A once días del hecho, el ahora ex agente sigue preso y se mantiene en silencio.

El horroroso caso se comenzó a conocer en la tarde del miércoles de la semana pasada, cuando C.E. se presentó preocupada en una comisaría para denunciar la desaparición de su hija. Dijo que Antonella no respondía los mensajes ni atendía el teléfono desde la noche anterior. Agregó que la joven a veces se ausentaba por uno o dos días, pero esta vez le resultaba extraño que no hubiera ninguna comunicación.


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La clave para avanzar con la investigación llegó cuando una amiga y compañera de trabajo de Antonella aportó el número de teléfono del cliente con el que había pactado la cita. La mujer explicó a los investigadores que la víctima le había enviado la ubicación del lugar antes de ingresar a la casa y le había confirmado que llegó bien. Era una costumbre que tenían ambas para cuidarse entre sí.

El hallazgo del cuerpo

Según pudo saber este medio, el cliente en cuestión fue identificado como Agustín Guillermo Benítez, de 24 años. Era policía desde hacía 24 meses aproximadamente. Se desempeñaba como oficial de la Fuerza Barrial de Aproximación (FBA) de San Martín, aunque se encontraba en situación de “recuperación aptitudinal transitoria” (RAT) por consumo de cocaína. Llevaba cuatro meses fuera de servicio bajo tratamiento.

La amiga de Antonella trató de contactarse con ella esa misma noche, pero no le contestó, algo que solía ocurrir. Al día siguiente intentó otra vez y como el celular de la joven seguía apagado, llamó a Benítez. Según su relato, el policía le dijo que la víctima se había retirado de su casa sin que pasara nada entre ellos. Contó que, además, le dijo que ella se había ido a bordo de una moto de una aplicación de viajes.

Al parecer, no habían llegado a un acuerdo económico por los servicios sexuales: él ofreció pagar una suma menor a la que habían acordado inicialmente, un tercio del precio estipulado. Eso, sospechan los investigadores, pudo haber desencadenado una discusión.

Por disposición de la fiscal María Silvana Bonini, titular de la UFI Nº1 de Morón, ya en la madrugada del 3 de abril se ordenó un allanamiento de urgencia en la vivienda de Benítez, ubicada en la zona de Las Dalias y Caldén. Participaron efectivos de la DDI local, personal de la Policía Científica y bomberos voluntarios de Mariano Acosta.

En el fondo del terreno, dentro de una pileta con agua estancada, hallaron el cuerpo sin vida de Antonella.

Estaba vestida, le faltaba una zapatilla y tenía los pies atados con una cadena gruesa que tenía ganchos en los extremos. Esa cadena fue la que mantuvo el cuerpo sumergido en el fondo, de acuerdo al reporte policial. En el primer examen médico en el lugar se estableció que la víctima tenía equimosis en el cuello y en las manos. También presentaba lesiones en el rostro, lo que hacía presumir que se había defendido antes de morir. El cadáver fue retirado para su traslado a la morgue judicial de Lomas de Zamora.

En paralelo, Benítez fue aprehendido. Al ser examinado, tenía marcas y escoriaciones visibles en el cuello, los brazos y la cara. Desde ese momento, quedó detenido y la Auditoría General de Asuntos Internos, tras ser notificada, resolvió desafectarlo inmediatamente de la Policía Bonaerense.

La autopsia y la indagatoria

Según confirmaron fuentes judiciales a Infobae, la autopsia realizada días después confirmó que la causa de muerte fue estrangulamiento. El cuerpo no tenía agua en los pulmones, por lo que se descartó el ahogamiento. Además, presentaba fracturas en la zona del cuello, equimosis compatibles con maniobras defensivas y otras lesiones visibles.

El detenido, hasta ahora, se negó a declarar. No dio ningún tipo de explicación. Continúa alojado en una dependencia policial mientras avanza la causa. Este viernes, la fiscal Bonini solicitó formalmente la prisión preventiva por el delito de homicidio doblemente agravado: por mediar violencia de género y por haber sido cometido por un integrante de una fuerza de seguridad, lo que eleva la pena en expectativa a prisión perpetua.

La investigación continúa para determinar la secuencia exacta que terminó con el femicidio. El teléfono celular de Benítez fue secuestrado y está siendo analizado. La fiscalía también ordenó peritajes complementarios en la vivienda y en los dispositivos electrónicos para reconstruir lo ocurrido dentro de la casa antes del crimen.

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