El arte y su relación con la tecnología. Evolución en los consumos culturales audiovisuales. Almacenamiento de imágenes y su complejidad. El registro de las imágenes en movimiento. Veracidad de los registros de imágenes obtenidas.
Por Pablo Argañarás, Lic. en Cine y Televisión
En el comienzo del registro de imágenes en movimiento, el soporte era de celuloide, al cual se lo guardaba y conservaba en latas que luego se abrían y montaban para las exhibiciones en los proyectores. Luego se las colocaba nuevamente para su conservación enrollada en sus respectivos envases metálicos “circulares”. La sucesión de imágenes eran almacenadas en una cinta que tenía la cualidad de ser un material altamente inflamable.
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Para el año 1885 en París sucedió el Incendio en el Bazar de la Caridad, un evento de exhibiciones de artes, entre las cuales se efectuaban proyecciones de cine para la gente de la alta sociedad Parisina de esos años. En ese evento social y cultural perdieron la vida 126 personas producto de un incendio en la proyección de películas de celuloide. Luego en Estados Unidos y muchos otros países de todo el mundo se produjeron varias tragedias por incendios ocasionados por lo altamente inflamable de este material. Debido a ello fue que se aceleró el estudio, investigación y posterior creación de la película ignífugas (que no se incendian) para comenzar su comercialización a mediados de la década de 1940. Desde allí se comenzó a filmar y proyectar con las llamadas “películas seguras”.
Con la evolución de la tecnología de archivo de imágenes y el advenimiento de la televisión y de los videocasetes, empezaron a almacenar las imágenes en diversos dispositivos de cintas magnéticas. Éstas eran colocadas en soportes de plástico de diferentes características, las que se diferenciaban por tecnología, marca y modelo. Desde las primeras grabadoras y reproductoras de Video Casetes marca Ampex en 1956, el U-Matic de Sony en 1971, el VCR de Philips en 1972. Luego a estos soportes se los popularizó socialmente gracias al invento de las videocaseteras hogareñas. Esto sucedió con el lanzamiento de dos creaciones: el Betamax de Sony y el VHS de JVC, en el año 1975. Se popularizó y prevaleció el formato de VHS por las mejores prestaciones y el precio de la invención del JVC. Esto trajo el boom de la grabación y comercialización de cámaras y caseteras de VHS. Surgieron los videoclubes, y las primeras películas grabadas en video. Esto fue altamente resistido al comienzo por los ortodoxos del cine y el celuloide. A posteriori comenzó una carrera de mejoramiento de la calidad de grabación y miniaturización de los casetes y las cintas dando lugar a formatos de soportes más pequeños.
En la década de los ´90 se empezó con el registro de grabación digital en video, el Digital Video (DV). AL comienzo se lo almacenaba en soportes de DVC (Digital Video Casetes) en dos tamaños de cinta, el DV y mini DV. En modo profesional se utilizaba el DVCAM de Sony, el DVCPRO de Panasonic, y el DVCPRO 50 de JVC. En paralelo se comenzó a experimentar y comercializar los soportes de grabación digital en discos de DVD. Esto se puso de moda más en su etapa de reproductores de DVD y no en la grabación en cámaras de video con éste sistema. A posteriori quedó en desuso con las nuevas compresiones de video digital que permitían grabar y almacenar la información de video en tarjetas de memorias, pen drives entre otros dispositivos más seguros y pequeños. Esto fomentó la miniaturización de los equipamientos profesionales y hogareños de video dando como resultado dispositivos que efectúan filmaciones y grabaciones de gran calidad de imagen, en formatos de video comprimidos que se guardan en soportes súper pequeños, permitiendo tener cámaras y gadgets de almacenamiento más diminutos.
Como resultado de esta carrera tecnológica en la actualidad encontramos dispositivos de grabación de imágenes más chicos y que graban con una excepcional calidad. Los teléfonos celulares poseen cámaras incorporadas cada vez más perfeccionadas. Los equipamientos profesionales y hogareños siguen esta tendencia que va en aumento. El soporte actual utilizado son las tarjetas micro SD cada vez con más capacidad de almacenamiento. A la par se promueve y optimiza de manera mejor y más veloz el uso de almacenamiento en servidores a modo de nube. En ellos se abona un fijo mensual por tener guardada nuestra información en la web.
Todo esto conlleva a un tráfico de información de imágenes de todo tipo, más veloz, seguro, económico. También a un uso y abuso del registro de ellas. Hoy más que nunca estamos inmersos en un universo de representaciones digitales. La humanidad nunca antes había consumido imágenes como en esta década. Y esta tendencia va en aumento y con el agregado de la inteligencia artificial que comienza a crear imágenes digitales realistas falsas de manera que en un futuro cercano la veracidad o no de las imágenes que consumamos será el tema de conversación.