En la previa a la ejecución, las imágenes muestran cómo fue que se tomó la determinación de que fuera el delantero quien se hiciera cargo del remate. Otra vez, salió mal.
River Plate sigue sin encontrar efectividad en los momentos decisivos y anoche lo sufrió otra vez, al igualar 0-0 frente a Barcelona de Ecuador en el Estadio Monumental, por una nueva fecha de la Copa Libertadores. El equipo de Marcelo Gallardo desperdició una chance inmejorable para abrir el marcador a los cinco minutos, cuando Sebastián Driussi falló un penal que pudo haber cambiado el rumbo del partido.
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El encuentro comenzó con una jugada clara para el Millonario. En un centro bajo, el arquero José Contreras no logró controlar la pelota y, en su intento por corregir el error, cometió una falta imprudente sobre Driussi dentro del área. El árbitro no dudó y sancionó penal.
Tras la infracción, se produjo una escena particular que luego tuvo repercusión. Franco Mastantuono fue el primero en tomar la pelota con la intención de ejecutarlo, pero Gonzalo Montiel intervino, se la quitó y se la entregó a Driussi, que terminó siendo el encargado del remate. En ese momento, Facundo Colidio también se acercó para calmar los ánimos.
El disparo de Driussi fue anunciado: Contreras adivinó la dirección, se arrojó hacia su derecha y desvió el remate, dejando a River nuevamente con las manos vacías desde los 12 pasos. Con este, el equipo acumula tres penales consecutivos fallados en los 90 minutos de juego.
Tras el empate, Montiel explicó la decisión: “Se decidió ahí en el momento, recién arrancaba el partido. Seba quería patear y se lo dejamos a él”. El lateral, protagonista en la historia grande del fútbol argentino por convertir el penal en la final del Mundial ante Francia, también venía de errar uno en la serie ante Talleres.
En conferencia de prensa, Gallardo minimizó la situación, aunque reconoció la intención detrás de la elección: “La decisión de que pateara Driussi y no Montiel se dio para que Sebastián pudiera convertir su primer gol”. Sin embargo, el plan no resultó, y el empate sin goles terminó dejando un sabor amargo para el conjunto de Núñez, que dejó pasar una oportunidad clara para sumar de a tres en la Libertadores.
