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Amalia Granata reveló cómo fue el diagnóstico de dislexia y TDAH de su hijo Roque

La periodista y diputada provincial por Santa Fe compartió la experiencia que atraviesa junto a su hijo de 8 años.

07/04/2025

Amalia Granata habló en DDM (América TV) sobre el camino que recorrió para entender los desafíos que enfrenta su hijo Roque, de 8 años, diagnosticado con dislexia y Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). La diputada provincial por Santa Fe compartió cómo recibieron la noticia y cómo sus palabras sirvieron de ayuda a otras familias en situaciones similares.

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Granata recordó que las primeras señales aparecieron cuando su hijo estaba en preescolar. “Era muy revoltoso porque es hiperactivo y no se puede quedar quieto. Después pasa a primer grado y, no solo que no se podía quedar quieto, sino que él al ver que sus compañeros avanzaban y que él no podía por su dislexia y por no poder quedarse un minuto sentado prestando atención, se empieza a atrasar y eso lo empieza a frustrar”, contó.

Amalia Granata Amalia Granata

Durante la charla con Mariana Fabbiani, explicó que esa frustración se transformaba en otras conductas. “Cuando los niños se frustran y no tienen la capacidad de poder expresar lo que les está pasando empiezan a comportarse de manera… se ponen agresivos, ansiosos, se enojan”, detalló.

Granata también reflexionó sobre cómo antes estos cuadros eran malinterpretados. “Antes, en la generación nuestra, era el vago, el que no quería escribir, el señalado de la clase y que lo mandaban al rincón. La verdad es que la pasaba mal y en ese momento nadie sabía qué era TDAH, pero hoy hay un montón de adultos que lo tienen”, señaló.

La periodista explicó que algunas madres de la escuela de Roque se habían quejado por ciertos comportamientos, pero que ella nunca había reaccionado de la misma manera. “Lamentablemente hubo mamás que se fueron a quejar y a mí nunca se me hubiese ocurrido porque mi hijo me contaba ‘má, tal me empujó’, pero jamás le pedí a la directora para decirle que tal nene empujó a mi niño”, comentó.

Entre las estrategias pedagógicas que utilizan, mencionó que una de las medidas adoptadas fue permitirle usar la computadora para escribir. “Hoy él escribe superpuesto, que es típico de la dislexia, y a veces es difícil la comprensión. Le resulta más fácil escribir en la computadora y uno de los métodos que tomó la maestra es que no escriba en el cuaderno y dictarle en la computadora porque a él le es más fácil apretar que escribir”, explicó.

Granata también cuestionó la falta de preparación de los establecimientos educativos. “Adentro del aula de mi hijo hay un nene con autismo que tiene una acompañante, que la pone la escuela y que está abocada a full con ese nene, pero mi hijo que tiene dificultades necesita compañía que no se la puede dar la maestra porque tiene a 20 chicos más”, planteó.

Además, remarcó que en las escuelas públicas la situación es aún más compleja. “Hay muchísimas familias que no tienen este tipo de acompañamientos y la mamá no tiene recursos para llevarlo a la psicopedagoga experta en lectoescritura que lo ayuda una vez por semana, de estar encima, de ir a un neurólogo, de comprarle la medicación que no es barata”, afirmó.

Sobre el final, Granata destacó cómo la visibilización de la situación de su hijo ayudó a otras personas. “Él ahora tiene 8 años y se dieron cuenta en la escuela. Me pasó que una vez que lo conté en la tele y fue increíble la cantidad de padres que me escribieron a mí y a mi marido para decir ‘qué bueno que visibilicen el tema’”, concluyó.