La icónica protagonista de "Baywatch" renace con "The Last Showgirl", toda una declaración de intenciones dirigida por Gia Coppola con la que se reafirma como actriz.
'The Last Showgirl', la película dirigida por Gia Coppola y protagonizada por Pamela Anderson, fue presentada en el Festival de San Sebastián y pronto llegará a los cines. El título no podría ser más acertado. Ícono de los años 80 y 90 por su papel de C. J. Parker en 'Baywatch', la actriz busca reinventarse y contar su historia desde otra perspectiva. Aunque la crítica ha mostrado opiniones divididas, la cinta se percibe como una declaración de principios.
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A los 57 años, Pamela enfrenta su pasado sin rodeos y alza la voz contra el sistema que la convirtió en un símbolo sexual. Ha decidido dejar atrás los escándalos y analizar el lado más oscuro de la industria a través del personaje de una bailarina cuyo espectáculo llega a su fin. Con tres décadas de trayectoria y una hija que ha mantenido fuera del foco mediático, se enfrenta a un nuevo desafío. Su filmografía incluye títulos como 'Barb Wire' y 'Scary Movie 3', además de múltiples apariciones en televisión.
"Siempre sentí que me quedaba algo por dar, y cuando llegó este proyecto, supe que era el momento. Me dije: 'Hagámoslo, quizá nunca vuelva a tener una oportunidad así'. Sentí que era una cuestión de vida o muerte cuando leí el guion. Fue la primera vez que un material me generó nervios por la necesidad de hacerlo", confesó la actriz. "Siempre es fácil encasillar a alguien, pero hay que seguir adelante. He dudado muchas veces de mí misma, pero trabajos como este te impulsan. Lo que hice en el pasado fue lo correcto en su momento, pero ahora quiero que se me vea como actriz y no solo como una celebridad".
Asegura que la historia la toca de cerca y que usó su experiencia para interpretar el papel. "Desde 'Baywatch', he tenido que lidiar con esto. Todos, en algún momento, nos enfrentamos al rechazo y al fin de una etapa. El guion me resultó familiar, pero no había tiempo para pensarlo demasiado. Solo me lancé". Agregó que sus vivencias, matrimonios e hijos también formaron parte del proceso: "Quizá sea la única oportunidad de hacer un papel así, y por eso quise aprovecharlo".
Encontró en el cine un canal para expresar sentimientos que había mantenido reprimidos. "Cuando hay un trauma en la vida, se buscan maneras de sanarlo. Algunas personas pintan, escriben o componen. Yo encontré en este papel una forma de liberar dolor y enojo. Es algo que estoy viviendo en tiempo real".
Sobre cómo su imagen ha influido en su carrera, comentó que lo que hace ahora le resulta más sensual que en el pasado. "Mi trayectoria siempre estuvo ligada a lo físico, pero este proyecto me permitió despojarme de etiquetas y definirme por lo que realmente soy. No quería amargarme ni perder la alegría de trabajar. Es importante mostrar otra cara de Las Vegas, una menos ostentosa, más vulnerable e íntima".
Luego de haber pasado de 'Baywatch' a Broadway, siente que está viviendo una nueva etapa. "No sé qué pasó en el medio, perdí varias décadas de mi vida, pero esta oportunidad fue una bendición. Recuerdo que cuando me llamaron, estaba en mi jardín haciendo mermeladas. Nunca es demasiado tarde para demostrar de lo que uno es capaz".
El cine actual ofrece más espacio a mujeres mayores de 50 años, algo que considera clave. "Es un momento interesante para explorar estas historias. A esta edad, uno decide si aceptar el paso del tiempo o aferrarse a la juventud. Esta película habla sobre eso, sobre el vínculo entre madre e hija y sobre el envejecimiento. Más que un film político, es provocador y genera debate. No es solo una historia de showgirls y glamour, sino una reflexión sobre el sacrificio y la pasión de quienes hacen que todo brille en Las Vegas".
Pamela encontró en sus compañeras de reparto una conexión especial. "Jamie Lee Curtis es una fuerza de la naturaleza. Me sentí muy cercana a todo el elenco. Antes de empezar el rodaje, hicimos varios ejercicios juntas y eso nos unió".
Para la película, tuvieron contacto con verdaderas showgirls, quienes compartieron sus historias y enseñaron su arte. "Eran muy orgullosas de su trabajo y de sus familias. Espero que estén felices con el resultado".
Con humor, recordó su pasado y las ambiciones que alguna vez tuvo. "Cuando escribí en Playboy que quería ganar un Oscar y ser una buena madre, lo dije en broma. Quién me iba a decir que llegaría hasta aquí".