Revista

¿Por qué se nos pone la piel de gallina?

Este fenómeno, aunque común, tiene diferentes causas y funciones relacionadas con la regulación térmica y las emociones intensas. Sin embargo, en algunos casos, puede confundirse con la queratosis pilaris, una afección cutánea crónica.

19/03/2025

La piel de gallina es una respuesta automática y común del cuerpo humano. Este fenómeno ocurre cuando los pequeños músculos en la base de los folículos pilosos se contraen, lo que provoca que el vello se erice y se forme una ligera elevación en la piel. Aunque este reflejo parece simple, en realidad está vinculado con el sistema nervioso simpático y tiene funciones tanto evolutivas como fisiológicas que aún hoy impactan la salud humana.

HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO

Causas y funciones de la piel de gallina
La "piloerección" es la reacción que ocurre cuando el sistema nervioso simpático se activa, generalmente en respuesta al frío, miedo, emoción intensa o incluso música inspiradora. Según la Clínica Cleveland, este fenómeno tiene una raíz evolutiva importante: en los animales, el erizamiento del pelaje les ayuda a conservar el calor y también a parecer más grandes frente a los depredadores. En los seres humanos, la piel de gallina ha perdido la mayor parte de su función defensiva, pero sigue siendo una respuesta que ayuda en la regulación térmica. "El cuerpo humano está diseñado para informar cuando algo pone en peligro nuestro bienestar", asegura la Clínica.

El frío es, sin duda, uno de los desencadenantes más comunes de la piel de gallina. Cuando el cuerpo se expone a bajas temperaturas, los músculos del vello se contraen para disminuir la pérdida de calor, lo que, a su vez, mantiene la temperatura corporal. Sin embargo, este fenómeno no se limita solo al frío. Las emociones intensas como el miedo, la excitación o la sorpresa también pueden desencadenar la piel de gallina, lo que se conoce como "escalofríos psicógenos". Además, ciertos estímulos como una escena dramática en una película o una canción emotiva también pueden provocar este fenómeno.

Condiciones asociadas: la queratosis pilaris

Aunque la piel de gallina es un fenómeno pasajero, algunas personas experimentan una afección cutánea conocida como queratosis pilaris, que se puede confundir fácilmente con la piel de gallina. La queratosis pilaris se caracteriza por pequeñas elevaciones rojas o del color de la piel, generalmente en los brazos, muslos o glúteos. La causa exacta de esta condición aún no está completamente clara, pero se cree que está relacionada con una mutación genética que provoca una producción excesiva de queratina, lo que obstruye los folículos pilosos y da lugar a las elevaciones.

A diferencia de la piel de gallina, que es temporal y desaparece tras el estímulo, la queratosis pilaris es crónica. Aunque no tiene cura, se pueden emplear tratamientos para mejorar su apariencia, tales como cremas hidratantes, exfoliantes y, en algunos casos, tratamientos con láser.

¿Se puede evitar la piel de gallina?

No siempre es posible evitar que se nos erice la piel, ya que esta es una respuesta involuntaria ante ciertos estímulos. Sin embargo, algunas medidas pueden minimizar su aparición en circunstancias específicas. Por ejemplo, cuando el frío es el desencadenante, es importante mantenerse abrigado y evitar cambios bruscos de temperatura. Por otro lado, si la piel de gallina es provocada por emociones intensas, controlar la exposición a ciertos estímulos o practicar técnicas de relajación pueden ayudar a reducir la frecuencia de estos episodios.