El mate, una tradición profundamente arraigada en la cultura argentina, se consume a lo largo y ancho del país en millones de hogares. Si bien su presencia en el día a día es indiscutible, el eterno debate sobre si es mejor tomarlo amargo o dulce continúa generando opiniones encontradas. ¿Es posible que el sabor o la adición de azúcar cambien los beneficios de esta popular infusión?
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Según especialistas en infusiones, la respuesta podría sorprender a muchos. El mate sin azúcar preserva sus propiedades naturales, siendo una fuente rica de antioxidantes, vitaminas y minerales. En cambio, el agregado de edulcorantes o azúcar podría alterar sus efectos beneficiosos, al modificar el equilibrio de la infusión.
La sommelier Karla Johan, experta en mate e infusiones, explica que el mate debe disfrutarse amargo para conservar su esencia y sus propiedades naturales. "El azúcar o los edulcorantes deben disolverse directamente en el agua antes de cebar el mate, ya que de esta forma se logra un sabor uniforme en cada cebada", comentó Johan.
A nivel nacional, la yerba mate con palo es la más consumida, ya que su suavidad y balance la hacen ideal para quienes prefieren un sabor más equilibrado. Este tipo de yerba, compuesta en su mayoría por hojas grandes y una menor proporción de polvo, tiene la particularidad de regular la intensidad de la infusión. Sin embargo, existe una creencia errónea de que el polvo debe eliminarse antes de preparar el mate. Johan destaca que este componente es esencial, ya que concentra la cafeína y los antioxidantes, lo que contribuye a potenciar sus beneficios para la salud.
Otro aspecto relevante en la preparación del mate es la temperatura del agua. Para evitar que el mate pierda sabor y propiedades, los expertos recomiendan calentar el agua entre 75 y 80 grados Celsius. Además, es importante cebar de manera continua, ya que cuando el mate se enfría, la yerba se oxida y el sabor tiende a volverse más amargo, alterando la experiencia.
El debate entre el mate amargo o dulce parece persistir, pero lo cierto es que, más allá de las preferencias personales, es importante conocer cómo cada variante de esta infusión impacta en nuestra salud y bienestar. Sin importar el sabor que se elija, lo importante es disfrutar del mate como parte de una tradición que sigue uniendo a los argentinos.