La traición en una relación puede romper la seguridad y generar profundas heridas emocionales. GQ analiza tres claves fundamentales para sanar y reconstruir la estabilidad en la pareja y en uno mismo.
La infidelidad es una de las pruebas más dolorosas que puede atravesar una relación, ya que no solo quebranta los acuerdos establecidos, sino que genera una crisis de confianza tanto en la pareja como en uno mismo. Este quiebre emocional puede derivar en sentimientos de culpa, inseguridad y la errónea sensación de haber hecho algo para merecer la traición. Sin embargo, a pesar de la dificultad del proceso, la reconstrucción de la confianza es posible.
HACÉ CLICK AQUÍ PARA UNIRTE AL CANAL DE WHATSAPP DE DIARIO PANORAMA Y ESTAR SIEMPRE INFORMADO
El psicólogo Jeffrey Bernstein, autor de varios artículos sobre este tema en Psychology Today, destaca que sanar después de una infidelidad requiere un esfuerzo conjunto, cambios significativos y una decisión consciente de avanzar hacia la reconstrucción. En este proceso, hay tres aspectos clave que pueden ayudar a restaurar la confianza, tanto en la pareja como en uno mismo.
Dejar de culparse para recuperar la autoestima
Es natural que la persona engañada se cuestione: “¿Qué hice mal?”, “¿Por qué no fui suficiente?”. Sin embargo, Bernstein señala que estos pensamientos son irracionales, ya que la infidelidad nunca es culpa de quien la sufre. Para contrarrestar estos sentimientos de autocrítica, recomienda el uso de afirmaciones positivas que refuercen la autoestima y ayuden a recuperar la autoconfianza. Además, es importante rodearse de personas que brinden apoyo emocional y aporten una visión más equilibrada de uno mismo.
Este proceso no significa trasladar toda la culpa a la pareja infiel, sino comprender lo sucedido desde una perspectiva objetiva y centrarse en el futuro. La clave está en entender que la infidelidad es una decisión personal y no un reflejo del valor individual.
Establecer y reforzar nuevos límites
Si se opta por continuar con la relación, es esencial establecer límites claros que permitan evitar futuras heridas emocionales. Estos límites no deben verse como un castigo, sino como una herramienta para crear un espacio seguro y saludable dentro de la relación.
Bernstein subraya que los límites deben ser acuerdos mutuos, no mecanismos de control, y deben garantizar un equilibrio en la relación, evitando que una sola persona cargue con todo el peso emocional. Algunas preguntas clave para definir estos límites incluyen:
¿Qué necesito para sentirme seguro/a en esta relación?
¿Qué comportamientos no estoy dispuesto/a a tolerar?
¿Cómo podemos reconstruir la confianza sin comprometer mi bienestar emocional?
Priorizar la sanación personal
Más allá de la relación, la persona que ha sido afectada por la infidelidad debe centrarse en su propio bienestar. Esto implica reconectar con uno mismo a través de actividades que generen satisfacción personal y contribuyan al crecimiento individual. Desde practicar ejercicio físico hasta explorar actividades creativas como la pintura o la escritura, encontrar tiempo para uno mismo puede fortalecer la autoestima y recuperar el control sobre la vida.
Algunas actividades recomendadas incluyen:
Practicar ejercicio físico.
Explorar actividades artísticas como la pintura o la escritura.
Aprender algo nuevo, como un idioma o una disciplina desconocida.
Dedicarse tiempo para la lectura y el descanso.
Estas acciones no solo fomentan el bienestar emocional, sino que también recuerdan que la felicidad no depende exclusivamente de la relación, sino de un trabajo personal que contribuye a la estabilidad interna.
¿Es posible reconstruir la confianza después de una infidelidad?
Recuperar la confianza tras una infidelidad es un proceso complejo que varía según la pareja y los individuos involucrados. Algunas relaciones logran salir fortalecidas, mientras que en otros casos, lo mejor puede ser cerrar el ciclo y avanzar por separado. Lo fundamental es priorizar la salud emocional y tomar decisiones que reflejen el respeto propio.
Con tiempo, trabajo personal y acuerdos claros, es posible reconstruir la confianza en la pareja, pero sobre todo, en uno mismo.