Opinión y Actualidad

El gran apagón del área metropolitana

El Gobierno de Javier Milei debe planificar; organizar; asignar recursos; coordinar y controlar que se realicen planes, obras e inversiones públicas y privadas para que estos accidentes sean evitados.

15/03/2025

Por Jorge Lapeña (*), en diario Clarín
El miércoles 5 de marzo se produjo uno de los mayores apagones de los que los vecinos de la Ciudad y del GBA tengamos memoria. El impacto en la población fue extraordinario; no hay vecino de la Ciudad ni del Conurbano que no haya sufrido las consecuencias. Los cortes del suministro dejaron a partidos del Gran Buenos Aires; y barrios del área metropolitana sin servicio eléctrico; y enormes congestiones del tránsito en el centro porteño.

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Trenes eléctricos; subterráneos y ascensores repletos paralizados y con la gente en lógico pánico, requirieron el auxilio de bomberos y socorristas. No se trató de un corte localizado y circunscripto a una zona específica, fue un caos generalizado en toda el área metropolitana.

La posibilidad del corte eléctrico en el verano ya había sido anunciada por el ministro Guillermo Francos el 23 de setiembre de 2024, lo había hecho en base a un Informe publicado por la Compañía Administradora del Mercado Eléctrico Mayorista (Cammesa) en el cual advirtió que en este verano era posible que se produjeran cortes eléctricos de magnitud en los días de máxima temperatura, que normalmente ocurren si la temperatura media diaria supera los 30 °C.

El IAE Gral. Mosconi viene analizando este tema desde hace años; y comparte el punto de vista expresado por Cammesa, y también ponderó la sinceridad del ministro Francos al plantear la vulnerabilidad del sistema eléctrico. En esa oportunidad anunció – en forma prudente - que en el caso de que el corte se produjera el Gobierno recurriría a programar anticipadamente “cortes rotativos del suministro industrial” para evitar que la interrupción impactara en la calidad de vida de la población del AMBA.

De lo anterior se deduce que todo el Gobierno estaba informado; y es de suponer, preparado para afrontar la contingencia negativa -que en caso de producirse- podría ser reducida a una mínima perturbación mediante un plan de acción que previamente debería haber sido programado y ensayado.

Tres días antes del corte, el Presidente de la Nación en su discurso ante al Congreso, omitió informar a los legisladores que en el año parlamentario que se iniciaba podrían tener lugar situaciones de la complejidad técnica, económica y social como la ocurrida con el gran corte de suministro que se produjo.

Es claro que el Presidente no le creyó a su ministro; y además cometió un error garrafal al soslayar la crisis energética en ciernes, enfocando su discurso en cuestiones mucho menos relevantes.

Yendo al fondo del problema, y puesta de manifiesto la falta de respuesta oficial, debe quedar claro que el Gobierno debe promover una investigación y dar una explicación oficial de lo ocurrido aclarando las dudas que surgen del hecho en sí. ¿Hubo sabotaje?; ¿hubo impericia? ¿Hubo error humano o error político?

En primer lugar, se deben investigar e informar las causas de los dos apagones de la mañana del 5 de marzo; el primero de los cuales se produjo a las 5.30 h de la madrugada con una temperatura moderada, y una demanda eléctrica relativamente baja 17.000 MW que el sistema estaba en condiciones de satisfacer sin problema alguno.

El corte se produjo por la salida de dos líneas de transmisión 220 KV– líneas 30 y 31 de Edesur - y una línea de 132 KV en la localidad de Bosques de que dejó fuera de servicio a 550.000 clientes. La población afectada fue de unos dos millones de personas; un numero escalofriante equivalente a dos tercios de toda la población de la CABA.

La información oficial nos dice que producido el primer gran corte, el servicio comenzó a normalizarse: a las 7.30 dos horas después del primer corte la cantidad de clientes afectados se había reducido a menos de un tercio con solo 150.000 clientes sin servicio reduciéndose aún más antes de las 8,00 am. Inexplicablemente, siendo las 12h 40 min del mediodía se repite el fenómeno con la salida de las líneas 50 y 51 de 220 KV dejando sin servicio a 750.000 clientes. El caos del tránsito céntrico de Buenos Aires a las 13 horas era fenomenal con la policía desbordada.

El gobierno nacional estuvo ausente; y no estuvo ni informado ni preocupado por la resolución del problema. No hubo explicación oficial. Todavía no se conocen las causas; ni tampoco la política oficial, que requiere enormes inversiones, para evitar que el fenómeno se repita. Como mínimo se requiere una investigación independiente; una explicación de lo sucedido a nivel académico y plan de acción concreto para que el fenómeno no se produzca nunca más.

Un corte del suministro electico de tal magnitud es un hecho trágico; el Gobierno –que indudablemente fue sorprendido- debe dar una explicación ministerial fundada de lo ocurrido; y todavía no lo ha hecho; esa explicación debe ser técnicamente impecable y avalada por la ciencia y la técnica eléctrica. No va más la “motosierra de juguete” para explicar complejos problemas técnicos que requieren decisiones políticas de alto nivel.

El Gobierno tiene una gran tarea por hacer: debe planificar; organizar; asignar recursos; coordinar y controlar que se realicen planes, obras e inversiones públicas y privadas para que estos accidentes sean evitados en beneficio de la calidad de vida de los ciudadanos de la República. Hasta ahora el gobierno nacional no definió su política energética. Está muy atrasado y el pueblo lo sabe.

(*) Jorge Lapeña es ex secretario de Energía. Presidente del IAE “General Mosconi”