La causa por la desaparición del menor aún no tiene resultados concretos. La familia reclama respuestas.
La búsqueda de Lian Gael Flores Soraide, el niño de 3 años desaparecido en Ballesteros Sud, Córdoba, el pasado 22 de febrero, continúa sin resultados concretos. A 20 días de su desaparición, la investigación sigue bajo un estricto secreto de sumario y las autoridades no descartan ninguna hipótesis. La familia atraviesa un momento de angustia y desesperación ante la falta de respuestas sobre el paradero del menor, mientras el abogado de los padres sostiene que la situación es “peor que un homicidio o un secuestro”.
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“Ya no podemos hablar de un chico que se perdió, porque si no con los rastrillajes que se hicieron en la zona cero lo hubiesen encontrado”, manifestó en declaraciones a Noticias Argentinas el representante legal de la familia, Darío Baggini.
En medio del hermetismo absoluto, Baggini planteó que existen similitudes con el caso de Loan Danilo Peña, el niño desaparecido en Corrientes en junio de 2024, pero destacó que en el caso de Lian el secreto de sumario es más rígido, lo que impide conocer hacia qué dirección se orienta la investigación o si hubo irregularidades en los operativos. “No sabemos si la investigación estuvo bien hecha o si hay encubridores”, sostuvo.
Baggini también detalló que actualmente se están analizando celulares, cámaras de seguridad y otras pruebas internacionales. Sin embargo, el abogado subrayó que la familia sigue sin recibir información sobre los resultados de esas pericias debido a la reserva que mantiene la fiscalía. “El día que se levante el secreto de sumario, se investigará y se dirá públicamente si se llevó a cabo bien la investigación”, agregó.
La fiscal federal de Bell Ville, María Virginia Miguel Carmona, quien interviene en la causa junto a los fiscales provinciales Isabel Reyna y Nicolás Gambini, confirmó que las tareas de búsqueda en la llamada “zona cero” concluyeron sin éxito. En esa área hubo excavaciones, remoción de montículos de tierra e inspección de hornos de ladrillos, con el apoyo de perros rastreadores y georradares. Pero los operativos no arrojaron resultados positivos ni indicios sobre el paradero del menor.
La investigación cobró mayor complejidad después de que testigos afirmaran haber visto una camioneta blanca de vidrios polarizados en el área donde Lian fue visto por última vez. Dos testigos clave, Marcelino y Raúl, declararon que el vehículo pasó por el predio entre las 13:50 y las 14:10 del día de la desaparición, permaneciendo solo unos minutos antes de retirarse rápidamente. Tras estos testimonios, la policía secuestró varias camionetas de similares características para su análisis.
El foco de la investigación también se trasladó a Villa María, a unos 30 kilómetros de Ballesteros Sud. Allí, el 2 de marzo, se realizaron 16 allanamientos en un cortadero de ladrillos perteneciente a la comunidad boliviana. En el operativo participaron Gendarmería, la Policía Federal y personal del Ministerio Público Fiscal, pero el resultado también fue negativo.
Las viviendas allanadas pertenecían a los dueños de dos camionetas similares a la que fue vista el día de la desaparición. La abogada de los propietarios negó que sus clientes hubieran estado en Ballesteros Sud en el momento de la desaparición.