La eliminación se concretará entre los últimos días de enero y el mes de febrero, según pudo saber este medio, y las obras en los barrios populares se financiarán a partir de ahora con fondos aportados por el tesoro, es decir, las partidas de Nación.
El Gobierno de Javier Milei eliminará un fondo fiduciario vinculado a Juan Grabois y deja a cargo del tesoro la financiación de más de 700 obras en barrios populares de cara a las elecciones legislativas de este año.
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El nuevo esquema contempla el fin del Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), un millonario fideicomiso que tuvo como objetivo financiar proyectos en las zonas vulnerables inscriptas en el Registro Nacional de Barrios Populares (RENABAP) y durante la administración de Alberto Fernández estuvo controlado por una dirigente muy cercana al dirigente social.
La eliminación se concretará entre los últimos días de enero y el mes de febrero, según pudo saber este medio, y las obras en los barrios populares se financiarán a partir de ahora con fondos aportados por el tesoro, es decir, las partidas de Nación.
El FISU se creó a través del decreto 819/2019 y durante la última gestión del kirchnerismo se nutrió de millonarios ingresos de dinero que le proporcionaban el Impuesto PAÍS y el Impuesto a la Riqueza. Esa plata iba a un fondo fiduciario administrado por el BICE y luego desde la Secretaría de Integración Socio Urbana, que conducía Fernanda Miño -afin a Grabois-, se aprobaban proyectos de urbanización en barrios populares.
Ahora, además de la eliminación del FISU, la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU) que conduce Sebastián Pareja tendrá presupuesto propio y recibirá los fondos para las obras directamente del Tesoro Nacional. Es decir, la idea del Ejecutivo no es discontinuar las obras, sino asignar partidas presupuestarias en caso de que se quiera dar seguimiento a los proyectos.
Hay unas 760 obras en ejecución, de las que al menos 150 podrían llegar a concluirse en los próximos meses porque tienen un avance superior al 50%, aunque para eso habrá que destinar los fondos suficientes. No se trata de un elemento menor, ya que estas son obras en barrios populares, es decir, el puente entre el oficialismo y los sectores más populares.
Además de ser titular de la Secretaría de Integración Socio Urbana, Pareja es el armador libertario en la provincia de Buenos Aires. Tiene la lapicera para cerrar alianzas y listas de cara a las elecciones legislativas de este año. Su figura en el Gobierno creció de la mano de la Secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, con el objetivo de lograr un armado electoral en el territorio bonaerense que tenga la menor participación posible del PRO.
Además del FISU, el equipo económico tiene en vista eliminar otros fideicomisos que se sumarían a los 15 que ya dejaron de funcionar. Entonces, solo quedarían seis más por cerrar, ya que en 2023 había 29 en total.
Los fondos fiduciarios que el Gobierno tiene previsto dar de baja en las próximas semanas son el Fondo Fiduciario para la promoción científica y tecnológica (Fondotec), el Fondo nacional del manejo del Fuego (FNMF), el Fondo Fiduciario para la Vivienda Social, el Fondo Fiduciario del Servicio Universal, el Programa de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar (PRODAF), el Fondo Fiduciario de Infraestructura de Seguridad Aeroportuaria, y el Fideicomiso Red de Autopistas y Rutas Seguras (RARS).
Originalmente, esta figura tenía como finalidad destinar financiamiento a proyectos particulares, pero el gran escollo de los fondos fiduciarios es que se trata de una masa de recursos separada de las reglas generales que recubren al resto del Presupuesto Nacional. De allí que se habla de una “caja negra” o discrecional, que no cuenta con el control suficiente sobre su administración.