La medida apunta a crear un mecanismo de intercambio de información entre organismos oficiales para combatir el terrorismo. Desde Nación justificaron la iniciativa con la necesidad de monitorear actividades sospechosas.
El Gobierno analiza medidas para que la Unidad de Información Financiera (UIF) comparta información directa con la secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE). El Ejecutivo sostiene que la iniciativa forma parte de los pedidos que le hizo el Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) en su última revisión sobre las medidas contra el lavado de activos y el financiamiento al terrorismo en la Argentina.
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La Casa Rosada asegura que busca establecer un sistema de traspaso de documentación oficial entre los organismos para reforzar la prevención al terrorismo. “Necesitamos saber qué hace un iraní que viene por primera vez al país y abre una empresa. Hoy la secretaría no tiene acceso directo a lo financiero y complica la operatividad“, expresaron a TN desde Nación.
Los cercanos a la central de Inteligencia reconocen que tienen acceso a los documentos de información financiera por otras vías, pero mantienen la postura de que no hay una función de reporte directa que “facilite y acelere el proceso de análisis de la información sobre los objetivos”.
En Balcarce 50 están trabajando en la vía técnica para concretar la medida y no descartan avanzar por decreto. Otra de las opciones que evalúan es firmar un convenio de información entre el titular de la SIDE, Sergio Neiffert, y el nuevo presidente de la UIF, el fiscal Paul Starc, que reemplazó a Ignacio Yacobucci tras tensiones con la mesa chica del oficialismo.
El informe del GAFI sostiene que la SIDE aborda la investigación del financiamiento del terrorismo de forma “reactiva en lo que respecta a posibles amenazas terroristas en lugar de identificar un posible financiamiento como punto de partida de inteligencia para impedir un ataque”. Recomienda además que la central tenga un enfoque más proactivo para detectar este tipo de actividades.
El organismo sugiere también que la Argentina incorpore la inteligencia financiera a la estrategia nacional para combatir el terrorismo, de forma que mejore “la cooperación y proporcione más cohesión al enfoque de todas las autoridades relevantes, incluidas la UIF, las AOP, las direcciones de inteligencia y el Poder Judicial”.
Es por eso que propone que el Gobierno fije “una coordinación más estrecha con las direcciones de inteligencia a través de reuniones periódicas”, incorpore técnicas de investigación especiales y profundice la cooperación internacional para el seguimiento de personas que guarden relación con los fondos que entran y salen del país que puedan estar financiando terroristas.
Incluye el monitoreo de donaciones a organizaciones de caridad, el uso de cuentas bancarias y la creación de estructuras financieras que puedan ocultar operaciones. Abarca además la recaudación mediante redes sociales y plataformas en línea y el financiamiento del estado junto con el de actores internacionales. Lo mismo aplica para el refuerzo del control fronterizo y la política migratoria.
El Gobierno quiere conformar una Liga de Naciones Conservadoras con los Estados Unidos, Italia e Israel que incluya acuerdos comerciales, militares y de colaboración de inteligencia. El Ejecutivo cree que la Argentina puede ser foco de atentados tras las amenazas de Irán por su apoyo a Israel.
Es por eso que buscan profundizar el vínculo con la CIA, el Mosad y AISE a través de convenios de traspaso de información y de operativos conjuntos. Nación habilitó también a las Fuerzas Armadas a combatir organizaciones terroristas dentro del territorio argentino mediante el decreto 1112/24. Preparan además una nueva Ley de Seguridad Nacional para establecer un nuevo marco jurídico sobre Defensa, Seguridad e Inteligencia.
El Gobierno busca reformar la SIDE en su totalidad más allá de la reestructuración de áreas que formalizó a través del decreto 614/2024. Apunta a realizar nuevas incorporaciones a la central e impulsar una nueva camada de agentes alineados con la política exterior del oficialismo. Es por eso que designaron al extitular de la SIDE durante el menemismo Juan “Tata” Yofre como director de la Escuela Nacional de Inteligencia.
La Casa Rosada ya avanzó con el desplazamiento de 500 espías, que pasaron a disponibilidad por un año y prepara más recortes de personal. En Balcarce 50 acusan a la central de estar compuesta por “analistas y burócratas que no hacen inteligencia” y aseguran que trabajan en una reforma completa de las delegaciones en el exterior.