La vicepresidenta se mueve para mantener el control de la Cámara Alta. El 24 de febrero tendrá lugar la sesión preparatoria en la que se definirán las nuevas autoridades del Cuerpo.
Mediante un posteo en sus redes sociales, la secretaria de Derechos Humanos del Senado, Claudia Rucci señaló que presentó la renuncia a su cargo. “Presenté la renuncia por motivos personales al cargo de directora general del Observatorio de Derechos Humanos del Senado de la Nación. Mi agradecimiento a todos con los que compartimos el esfuerzo en pos de que los derechos humanos sean de todos y para todos. ¡Muchas Gracias!”.
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Claudia Rucci, exdiputada nacional y militante del peronismo no kirchnerista, hija del legendario líder de la CGT, José Ignacio, asesinado por la agrupación Montoneros el 25 de septiembre de 1973, fue designada por la vicepresidenta Victoria Villarruel al inicio de su gestión. El último acto que compartieron juntas fue la inauguración del busto de la expresidenta María Estela Martínez de Perón en el salón de las Provincias de la Cámara Alta, como “acto de reparación histórica” hacia Isabel Perón, que además fue exvicepresidenta de la Nación.
A la salida de Claudia Rucci podría sumarse la de la secretaria Administrativa, María Laura Izzo, un cargo que es votado por los senadores nacionales y que se pondrá en consideración en la sesión preparatoria del próximo 24 de febrero. Izzo que acompañó durante todo el 2024 a la vicepresidenta, llegó a propuesta de sectores políticos vinculados al Pro y habría anticipado su decisión de alejarse del cargo.
Ante esta posibilidad, en los primeros días de enero de este año, Victoria Villarruel firmó un decreto interno por el cual la presidencia del Cuerpo recuperó facultades que, en otras administraciones, la de las exvicepresidentas Gabriela Michetti y Cristina Kirchner, habían delegado en la secretaria Administrativa. Entre otras, para nombrar, remover, recategorizar, asignar funciones, aceptar renuncias y definir la baja de los empleados. Como así también la injerencia en el presupuesto de la Cámara alta, las dietas de los legisladores y las licitaciones internas. La salida de Izzo hará que Villarruel busque imponer a un candidato propio para el manejo administrativo, pero en el medio están las tensiones con la Casa Rosada y con el bloque de Unión por la Patria (UxP) de José Mayans que, en la última sesión preparatoria, fue desplazado de todos los cargos políticos del Senado nacional, a pesar de ser la minoría más importante en el Cuerpo, que, con la jura de la senadora Stefanía Cora, en reemplazo del expulsado Edgardo Kueider, pasará a tener 34 senadores nacionales propios.
La pulseada por la presidencia provisional
La presidencia provisional del Senado es un cargo votado por los senadores nacionales, actualmente al frente está el libertario Bartolomé Abdala, que aspira a seguir en el puesto. Su nominación fue avalada por los diferentes sectores ya que en su condición de senador del bloque oficialista de La Libertad Avanza, fue suficiente para encontrar el respaldo y seguir la tradición política del Cuerpo respecto a que ese cargo le corresponde al oficialismo de turno.
Es un cargo que está en la línea de sucesión presidencial tras la vicepresidencia. Aunque hubo excepciones en la historia parlamentaria, en el 2001 el peronismo tras su victoria electoral de las elecciones de medio término durante la presidencia de Fernando de la Rúa, impuso al misionero Ramón Puerta en la presidencia provisional del Senado. Puerta quedó como virtual vicepresidente ante la renuncia que hizo en el 2000 Carlos Chacho Álvarez, en el Gobierno de la Alianza.
Pero a pesar de las intenciones de Abdala de mantener el cargo en el Senado, las ideas de un sector de la Casa Rosada es ubicar en ese lugar al senador Luis Juez, recientemente alejado de la presidencia del bloque Pro y que busca ser el candidato a gobernador de Córdoba del presidente Javier Milei. De concretarse, su llegada a la presidencia provisional sería un mayor control sobre la vicepresidenta en el Senado.
Bartolomé Abdala fue un factor fundamental para sancionar los pocos proyectos que logró el presidente Javier Milei: la ley Bases, las Medidas Fiscales y Boleta Única de papel, pero alcanzó su lugar con el respaldo de Victoria Villarruel en desmedro del senador Francisco Paoltroni. Hoy más cercano a la vicepresidenta desde su monobloque “Libertad, Trabajo y Progreso”, tras ser expulsado de las filas de La Libertad Avanza por oponerse fervientemente a la designación del juez Ariel Lijo en la Corte Suprema de Justicia y enfrentarse al asesor presidencial Santiago Caputo.
La ventaja de Abdala es que es un senador puro de La Libertad Avanza, y podría lograr el aval del bloque de UxP. Luis Juez, al ser del Pro, no estaría en esas condiciones. Por el escaso número que tienen los legisladores libertarios, solo seis senadores, no pueden imponer un candidato, tendrán que consensuarlo con el resto de las fuerzas.
Además, la relación de Luis Juez con la vicepresidencia se desgastó con la discusión de las dietas de los senadores, un tema que hasta fines de marzo congeló la vicepresidenta con una resolución interna.
Mientras tanto Villarruel permanece en sus oficinas del Senado, buscando un reemplazo a Rucci y a su secretaria Administrativa, ante la posible salida. La tensión con la Casa Rosada continúa pese al gesto del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, de invitarla a las reuniones de estrategia parlamentaria el pasado miércoles.