El mercado inmobiliario argentino enfrenta un momento crucial. Mientras que la estabilización económica allana el camino para un crecimiento sostenido, persiste el desafío de reducir los costos en dólares.
Por Sebastián Loggio (*), en diario Ámbito
La estabilización de las variables económicas en Argentina está marcando un nuevo punto de partida para el mercado inmobiliario. Tras un período de incertidumbre signado por una inflación alta y fluctuaciones en el tipo de cambio, los recientes avances en políticas fiscales y monetarias abren un abanico de oportunidades, aunque también plantean desafíos a corto plazo.
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El control del dólar blue, que desde julio se mantuvo con una tendencia a la baja, alineándose hoy con el oficial en torno a los $1.050, genera un escenario mixto para los desarrolladores. Por un lado, los costos de construcción medidos en dólares alcanzaron niveles muy altos, ubicándose entre u$s1.300 y u$s1.700 por m2 según el tipo de obra, lo que presiona los márgenes de rentabilidad. Esto impacta especialmente a quienes financiaron proyectos a precios fijos en dólares o con ajustes atados a la divisa, comprometiendo su capacidad de cumplimiento.
Sin embargo, la estabilización económica trae consigo una oportunidad a mediano y largo plazo: con la reducción de la inflación (2,7% en octubre) y salarios reales en alza, más familias podrán planificar a futuro y acceder a crédito. Este entorno favorece la reactivación de herramientas financieras como los créditos hipotecarios, esenciales para atender la demanda de 7 millones de familias que buscan una vivienda.
En el caso de los créditos UVA, el riesgo de un descalce entre la evolución del índice y los salarios ha sido un obstáculo significativo, como ocurrió en el anterior intento de este tipo de préstamos en 2016/2017. Durante estos últimos meses de 2024 la tendencia parece ser favorable en ese sentido, con salarios creciendo más rápido que el UVA (Ago 2024: UVA 4,3% vs. salarios 5,7% / Sep 2024: UVA 3,7% vs. salarios 4,7%).
Desde Spazios, hemos diseñado planes personalizados de financiación en pesos ajustados por el índice CAC, permitiendo que familias de clase media accedan a una vivienda con un mínimo anticipo en dólares y cuotas adaptadas a su realidad económica.
De un estudio que realizamos internamente con clientes, hemos llegado a la conclusión de que 9 de cada 10 no podría acceder a un crédito hipotecario, con las condiciones actuales.
Es por eso que nuestra financiación personalizada, con anticipos en cuotas, y luego planes a 10, 20 o 30 años en pesos, nos permite abarcar un sector de la población que desea cumplir el sueño de la vivienda propia. Esta modalidad ha sido elegida por más de 4700 familias, gracias a nuestras dos décadas de trayectoria, más de una decena de edificios entregados y más de 20 proyectos en desarrollo actualmente.
En tanto, la reducción de expectativas devaluatorias también influye positivamente en las decisiones de financiamiento y toma de deuda. Con un tipo de cambio oficial proyectado a ajustarse a una tasa que converja con la inflación en torno a un 1% mensual en 2025, las familias sienten mayor confianza para planificar inversiones de largo plazo como la compra de una vivienda. Además, el sistema bancario comienza a redireccionar sus esfuerzos hacia el financiamiento del sector privado, facilitando el acceso al crédito.
De esta manera, el mercado inmobiliario argentino enfrenta un momento crucial. Mientras que la estabilización económica allana el camino para un crecimiento sostenido, persiste el desafío de reducir los costos en dólares y mejorar los márgenes de rentabilidad.
La clave estará en un equilibrio entre la reducción de regulaciones e impuestos distorsivos y el progresivo aumento del valor del metro cuadrado, que parte de niveles históricamente bajos.
Con la reaparición de herramientas como los créditos hipotecarios, la recuperación salarial y una inflación bajo control, el mercado inmobiliario está bien posicionado para responder a la creciente demanda habitacional.
Para quienes buscan invertir o adquirir una propiedad, este es un momento propicio, marcado por un horizonte de estabilidad y confianza.
(*) Asesor financiero de la desarrolladora Spazios.