La mediocampista es oriunda de la ciudad de Fernández. Sus gestos discriminatorios ante Gremio quedaron registrados en TV.
Las cuatro jugadoras del plantel de fútbol femenino de River detenidas en Brasil, entre ellas una santiagueña oriunda de la ciudad de Fernández, están viviendo un calvario después de haber protagonizado un escándalo con gestos racistas en un partido contra Gremio por el torneo Ladies Cup, al que el conjunto de Núñez fue invitado y tras los recientes episodios fue sancionado por dos años sin poder participar. Desde el viernes a la noche se encuentran no solo privadas de su libertad sino también incomunicadas en una unidad penitenciaria de San Pablo, donde se llevó a cabo la competencia. River trabaja con su departamento legal para tratar de liberarlas y que pasen Navidad fuera de la cárcel.
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El club de Núñez ya anunció que tomará medidas disciplinarias importantes con las jugadores y abrirá un proceso interno, pero eso quedará para después. Lo más importante, ahora, es que las jugadoras queden libres y puedan volver a Argentina. Para ello, allí en Brasil se quedó Gabriela Cenoz, presidenta de fútbol femenino del club y viajó un equipo de la gerencia de Legales. A su vez, la defensa, a cargo de la abogada paulista Thaís Sankari, presentó un hábeas corpus. Y este lunes se desarrolló una audiencia.
Los casos de racismo son considerados como delitos graves bajo la ley brasileña y tienen sanciones estrictas. Más allá del registro del imágenes del partido, en el que seis jugadoras de River fueron expulsadas, todo se potenció luego de la con la denuncia penal de Gremio.
La situación más compleja es la de Candela Díaz, debido a la evidencia registrada en video del acto discriminatorio, en la que hacía el gesto de un mono, mientras que sus compañeras Milagros Díaz, Juana Cángaro y Camila Duarte enfrentan acusaciones por conductas derivadas del mismo contexto. Se las acusa de insultos racistas, que ellas niegan.
Esa situación se dio, de acuerdo a lo que muestran las imágenes, cuando discutían con un alcanzapelotas que las maltrató en pleno campo de juego. Sin embargo, el joven brasileño no quedó detenido.
Candela Díaz tiene 25 años, es santiagueña, oriunda de Fernández. Candela, mediocampista, llegó de su lugar natal a Buenos Aires en febrero de 2022 para jugar en Excursionistas. Comenzó a jugar al fútbol a los 7 años en la Escuelita “La Bruja”, de Román Verón, y a los 12 años debutó en Primera para jugar con la camiseta de Independiente FDZ, luego Güemes, Vélez SR y hasta representó al seleccionado santiagueño antes de dar el gran salto. Tras dos buenas temporadas en la Primera de Excursionistas llegó a River, donde fue fichada en enero de este año.