Se trata del empleado del hotel, Ezequiel Pereyra, y el supuesto dealer, Brian Paiz.
Comenzaron las indagatorias por la muerte del cantante Liam Payne y dos de los acusados se negaron a declarar. Se trata del empleado del hotel, Ezequiel Pereyra, y el supuesto dealer, Brian Paiz.
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Vía Zoom, la jueza Laura Bruniard inició hoy las jornadas de declaraciones a los imputados que continuarán el jueves. Ese día será el turno del empresario y amigo de Payne, Rogelio Nores, de Esteban Reynaldo Grassi, jefe de seguridad del hotel, y de Gilda Martín, gerenta de CasaSur, el lugar donde falleció el artista luego de caer por el balcón de su habitación.
A Nores, amigo y mánager de Payne, se le imputa el delito de abandono de persona seguido de muerte y facilitación de estupefacientes. Esta última acusación también alcanza a Paiz y Pereyra.
Sobre Nores, además, recae una prueba fundamental: la que entregó Geoff Payne, padre de Liam, a la justicia argentina. Se trata de un mail que la psiquiatra del cantante le envió al empresario donde le explicaba que no podía seguir asistiéndolo y que la mezcla de alcohol con el antidepresivo podría ser fatal. Esto demostraría que los involucrados conocían del estado de salud del músico y de los peligros de suministrarle drogas.