En el entorno del ex presidente estudian una postulación en la Ciudad de Buenos Aires para ordenar al partido y garantizar el control político en su territorio.
Mauricio Macri analiza postularse como senador nacional por la Ciudad de Buenos Aires en 2025. Esta movida busca fortalecer el PRO y consolidar su control político en su bastión histórico. La relación entre el PRO y La Libertad Avanza está rota, y en el macrismo consideran que las diferencias con el oficialismo son casi irreconciliables. Si bien la relación personal entre Macri y Javier Milei es cordial, las desconfianzas, los cruces públicos y la falta de coordinación parlamentaria complican cualquier posibilidad de alianza electoral.
Desde el círculo de Macri deslizan que su candidatura no solo ordenaría al PRO en la Ciudad, sino que también presionaría al Gobierno para un posible acuerdo electoral, aunque reconocen que la ruptura es la variable más probable. Además, Macri sostiene que el PRO debe competir con candidatos propios en todo el país, destacando que La Libertad Avanza subestima el rol político del partido amarillo. Este planteo quedó reflejado en la reciente reunión del Consejo Nacional del PRO, donde el ex presidente llamó a fortalecer el armado político en todas las provincias.
Dentro del PRO, las tensiones internas entre el macrismo y el sector alineado con Patricia Bullrich complican aún más el panorama. Mientras Bullrich promueve una fusión con los libertarios, otros sectores del partido se muestran reacios por diferencias ideológicas con Milei. En este contexto, Macri aparece como una figura central para mantener el liderazgo y proyectar la estrategia hacia las elecciones legislativas y presidenciales de 2027.
Por su parte, Jorge Macri, jefe de Gobierno porteño, enfrenta el desafío de garantizar un triunfo en la Ciudad en 2025, tras un año de dificultades para impulsar su agenda en la Legislatura local. Entre las opciones que evalúa está desdoblar el calendario electoral porteño, permitiendo elegir cargos locales y nacionales en fechas distintas, una decisión que dependerá de la eliminación o no de las PASO a nivel nacional.
El macrismo también trabaja en consolidar su armado político en distritos clave, como la provincia de Buenos Aires, donde figuras como Cristian Ritondo y Soledad Martínez lideran la estrategia. Sin embargo, reconocen una falencia en la definición de candidatos sólidos para 2025, un problema que buscan resolver con dirigentes como Martín Yeza y María Eugenia Vidal.
Bullrich, por su parte, avanza en la construcción de su propia línea política dentro del PRO y busca alianzas con los libertarios, desafiando directamente el liderazgo de Macri. En Córdoba, por ejemplo, se opone a la intervención partidaria impulsada por el ex presidente. Este enfrentamiento interno amenaza con escalar, y no se descarta que ambos lideren listas rivales en 2025.
En Balcarce 50, Milei enfrenta sus propios desafíos internos, con tensiones entre su hermana Karina Milei y su estratega Santiago Caputo, que podrían complicar aún más un acuerdo con el PRO. Mientras tanto, Macri insiste en que el PRO mantenga su identidad y enfoque en construir un bloque fuerte con “puros” dentro del partido.
La disputa interna y las diferencias con La Libertad Avanza configuran un escenario incierto, donde la estrategia del PRO busca no solo competir en 2025, sino también posicionarse de cara a las presidenciales de 2027.
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