El mandatario abandonó Siria en un avión privado desde el aeropuerto internacional de la capital, donde se viven escenas de caos mientras decenas de personas intentan abandonar el país.
Tras un fulminante avance, en la madrugada de este domingo los rebeldes de Siria aseguraron haber llegado hasta Damasco, declarando la capital "libre" del régimen del presidente Bashar al Assad, que gobernó Siria "con mano de hierro" durante más de dos décadas.
El grupo fundamentalista Hayat Tahrir al Sham (HTS, Organización para la Liberación del Levante), que ha encabezado el avance de los grupos insurgentes en la última semana, también informó en la red social Telegram que Al Assad había abandonado el país.
Previamente, la agencia Reuters aseguró, citando a dos fuentes gubernamentales, que el mandatario había salido de Siria en un avión privado desde el aeropuerto internacional de la capital, donde se estarían viviendo escenas de caos mientras decenas de personas intentan abandonar el país.
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En un mensaje emitido por la televisión estatal y Radio Damasco, los rebeldes proclamaron "el fin del régimen" y llamaron "a los muyaidines y los ciudadanos a respetar y preservar la propiedad del Estado libre de Siria".
En apenas una semana, las distintas fuerzas rebeldes sirias han logrado hacerse con el control de Alepo y Hama, en el norte del país, y Deraa, en el sur, mientras este sábado conquistaron el enclave estratégico de Homs, que une Damasco con el norte y la costa mediterránea.
Ahora, la capital siria parece estar bajo su control.
En la madrugada del domingo, hora local, empezaron a circular en las redes sociales videos que muestran a combatientes rebeldes por las calles de Damasco y a decenas de personas celebrando.
El líder de HTS dijo en Telegram que había dado la orden a sus fuerzas de que no trataran de entrar en las instituciones públicas de la capital, que "permanecerán bajo la supervisión del ex primer ministro, Mohammed Ghazi al Jalali, hasta que sean entregadas oficialmente".
Cristina Kirchner y el presidente de Siria Bashar al Assad en Casa Rosada
Al Jalali, por su parte, aseguró que permanece en Damasco y que está "dispuesto a ayudar a hacer lo mejor para el pueblo".
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En un discurso difundido en las redes sociales, Al Jalali afirmó también que Siria "puede ser un país normal que establezca buenas relaciones con sus vecinos y con el mundo".
Bahra, que dirige la Coalición Nacional de la Revolución Siria y las Fuerzas de Oposición, subrayó que la situación en Damasco es segura.
"Mientras no levanten las armas contra ningún otro ciudadano y mientras permanezcan en sus hogares, estarán a salvo", escribió en X.
"No habrá venganza o represalia, ni violaciones de los derechos humanos. Se respetará la dignidad de las personas y se preservará su dignidad", añadió.
"Un sueño que empezó en 2011"
Mientras, los residentes de la capital tratan de entender lo que ha ocurrido en el país en las últimas horas.
"Por primera vez en mucho tiempo, hay una verdadera sensación de libertad", le dice a la BBC uno de los ciudadanos, que pidió no ser identificado por razones de seguridad.
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"Es algo que no hemos experimentado antes y que nos sorprende", añade.
"Las calles están llenas de celebraciones. En la plaza central de Omaya la gente está celebrando de forma pacífica, están lanzando fuegos artificiales", apunta, añadiendo que también se escuchan disparos.
"Lo que estamos sintiendo se parece a lo que sentimos al inicio de la revolución en 2011. Esto es la continuación del sueño que empezó aquel año", dice.
Y añade que hay una sensación generalizada de incredulidad por la ausencia de una intensa batalla en la capital, y también de cierto temor por el futuro, pero que predomina el espíritu de celebración.
"Vemos a muchos rebeldes que vienen de diferentes partes, principalmente del sur de Siria, pero también vemos coches con matrículas de Idlib y Alepo", explica la corresponsal de la BBC en Damasco, Barbara Plett Usher.
"Estamos escuchando muchos informes sobre saqueos en el palacio presidencial y muchos disparos de celebración en el aire", afirmó.
A primera hora de este domingo decenas de personas llegaron hasta Masnaa, en la frontera de Líbano con Siria, para tratar de regresar a los hogares que dejaron atrás hace años.
Algunos jóvenes se reunieron en el cruce, cantando canciones revolucionarias y enarbolando la bandera verde de la oposición.
Fuentes del lado sirio de la frontera le informaron a la BBC de que ya no hay aduana en el lugar, ni puestos de control de pasaportes.
Los rebeldes, quienes están ahora a cargo del paso, ordenaron al personal de seguridad abandor sus puestos y detener las operaciones, y no está claro en qué momento permitirán cruzar desde el lado libanés.
Además de haber tomado Damasco, HTC informó en su canal de Telegram que entraron en Deir al Zur, la ciudad más grande del este del país, después de que las fuerzas de Al Assad se rindieran este domingo.
Asimismo, los rebeldes aseguraron haber liberado a los presos de la infame prisión de Sednaya, que Amnistía Internacional describió en 2017 como un "matadero humano" en un informe en el que aseguraba que entre 5.000 y 13.000 personas fueron torturadas y ejecutadas en secreto durante los primeros cinco años de guerra civil.
En las redes sociales también pudieron verse este sábado imágenes que han sido verificadas por la BBC de una multitud derribando una estatua de Hafed el Assad, padre del actual presidente, en el barrio periférico de Jarama, a unos 5 kilómetros del centro de la capital siria. En otro video, también verificado, un grupo de personas destroza una bandera siria en Moadamyeh, justo al sur de Damasco.
Antes de la llegada de los rebeldes, las calles de la capital estaban vacías, la mayor parte de los comercios había cerrado y ciertos productos básicos empezaban a escasear debido a que los ciudadanos estaban haciendo acopio en previsión de que los combates estallaran en Damasco.
Muchos sirios de la comunidad chiita alauí, de la que procede la familia del presidente Al Assad, habían huido a las zonas costeras, según la corresponsal en Medio Oriente de la BBC, Lina Sinjab.
Por otro lado, mientras las guerrillas de HTS avanzaban desde el norte del país, después de tomar Alepo, Hama, Homs y ahora Damasco, las tropas kurdas han tomado el control de casi todo el este y han llegado a Deir Ezzor.
En el sur, facciones rebeldes locales han logrado controlar la región de Deraa en apenas 24 horas.