Listaron a los diputados y senadores con investigaciones abiertas en la Justicia y planean llamar a una sesión especial para tratar cada caso, el jueves.
Enojados por los intentos del kirchnerismo de avanzar en la destitución de Edgardo Kueider, el Gobierno armó una lista con todos los diputados y senadores que tienen causas en la Justicia, y planea llamar a una sesión especial el próximo jueves para tratar sus respectivas destituciones. Es el mismo día que Unión por la Patria convocó a tratar la expulsión del senador peronista aliado del Gobierno que fue detenido en Paraguay por contrabando de divisas.
Según dijeron cerca de Javier Milei, en ese listado están Santiago Cafiero, el senador del bloque que pidió crear una comisión para investigar si hubo coimas para aprobar la ley Bases. También mencionaron a otra senadora del bloque peronista, Victoria Tolosa Paz.
El ex jefe de Gabinete de Alberto Fernández busca investigar si legisladores recibieron sobornos para votar a favor de la ley fundacional del Gobierno, luego de que Kueider fuera hallado intentando pasar más de 200 mil dólares desde Brasil a Paraguay en la triple frontera. Es la ejecución de la línea que marcó Cristina Kircher horas después de que arrestaran al senador, cuando salió a plantear la sospecha de que el Gobierno le pagó a Kueider para que votara a favor de Bases.
En la Casa Rosada están decididos a confrontar con el kirchnerismo en general, pero en este terreno en particular tienen, también, otro interés: sostener la continuidad de un senador que les resulta funcional. Y están decididos a avanzar con el pedido de una sesión el jueves a pesar de que esa jugada azuzaría la hipótesis de que están vinculados a Kueider. “Todavía no fue juzgado, no hay motivos para destituirlo”, dicen en la sede del gobierno nacional. La sesión especial convocada por el oficialismo se oficializaría a las 11, es decir, una hora antes del horario solicitado por Unión por la Patria.
El argumento oficial es que quieren exponer el “doble estándar” de la fuerza de Cristina Kirchner, que por un lado condena a Kueider por adelantado y por otro pide el debido proceso. “Nos dieron una buena idea”, dijeron cerca de Milei. Fue Santiago Caputo quien le encargó a su brazo en el Ministerio de Justicia, Sebastián Amerio, la confección de la lista donde, deslizaron no casualmente, están incluidos Santiago Cafiero y Victoria Tolosa Paz.
Kueider entró al Senado en una boleta con la cara de Cristina Kirchner, pero unos meses después de que asumiera Milei negoció un acuerdo con Santiago Caputo, apoyó la ley Bases y fue impulsado por el Ejecutivo para liderar la codiciada Comisión Bicameral de Inteligencia (aunque finalmente no logró ese lugar). Si Unión por la Patria lograra obligarlo a dejar su banca, en su lugar asumiría una senadora camporista, lo cual complicaría al oficialismo en un Senado donde ya tienen muy complicadas las chances de tomar la iniciativa -por ejemplo, con la designación de jueces de la Corte- o defenderse de los ataques de la oposición. El Gobierno está en plena negociación por los votos de la Corte Suprema y por ahora no tiene los votos. Menos aún sin Kueider. De hecho, no incluyó, por ahora, los pliegos de Lijo y García Mansilla en el temario de sesiones extraordinarias.
Desde el inicio del escándalo en el Gobierno se desligaron de las acusaciones del kirchnerismo por el caso Kueider, pero también sin demoras cuestionaron las intenciones del bloque de Unión por la Patria de destituirlo. “Hay que respetar el debido proceso”, dijeron entonces en el círculo íntimo del Presidente, minutos después de que el jefe del bloque K, Oscar Parrilli, dijera que estaban analizando esa posibilidad. Ahora buscan evitar que el kirchnerismo avance con la sesión del jueves para llevar a cabo ese plan con una contraofensiva que, aseguran, están decididos a implementar si Cristina Kirchner no da marcha atrás.