Trabajadores de la empresa automotriz Hyundai y ferroviarios se sumaron a las protestas en repudio al gobierno de Yoon. A esto se le suma una moción para destituir a Yoon que se votaría el sábado.
La policía surcoreana abrió este jueves una investigación contra el presidente del país, Yoon Suk Yeol, por las sospechas de que cometió traición al declarar el martes pasado la ley marcial, lo que se suma a la moción para su destitución que la oposición prevé votar el próximo sábado. Al compás de estas cuestiones, tanto los trabajadores de la empresa automotriz Hyundai como los trabajadores ferroviarios se sumaron a las protestas en repudio al gobierno de Yoon.
Las denuncias contra Yoon
La pesquisa, que responde a dos solicitudes de investigación, está en manos del equipo encargado de cuestiones de seguridad dentro de la Oficina Nacional de Investigación, que depende de la Agencia de la Policía Nacional surcoreana. Una de las dos solicitudes fue presentada por el opositor Partido Reconstruyendo Corea, mientras que la segunda por medio centenar de activistas, según la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
Las denuncias acusan no sólo a Yoon sino también al exministro de Defensa Kim Yong Hyun, al jefe del Estado Mayor del Ejército, general Park An Su, y al ministro del Interior, Lee Sang Min, de traición y otros cargos por su papel en la declaración y posterior levantamiento de la ley marcial.
El mencionado exministro de Defensa, una figura muy cercana a Yoon, abandonó precisamente su cargo este mismo jueves, al hacerse efectiva la dimisión que había ofrecido al presidente por su responsabilidad al haber ordenado a las tropas entrar en la Asamblea Nacional y bloquear a los legisladores para que no ingresaran en el recinto tras decretarse la ley marcial.
El presidente surcoreano nombró como reemplazante en la cartera al hasta entonces embajador en Arabia Saudita, Choi Byung Hyuk, informó el jefe del gabinete, Chung Jin Seok, en una rueda de prensa. Chung destacó que el nuevo titular de Defensa tiene una dilatada carrera en el ámbito de la seguridad y una sólida reputación dentro del Ejército. Contrario al caso de Kim Yong Hyun, el presidente de Corea rechazó la renuncia del jefe del Ejército, Park An Soo, al que pidió que se entregue a la misión de proteger al país ante el aumento de la tensión y la inestabilidad en la región.
Durante una comparecencia ante la Asamblea Nacional, el jefe del Ejército indicó que el comandante Kwak Jong Geun, encargado de acciones especiales de guerra, fue quien propuso hacer uso de granadas de humo y pistolas eléctricas durante el breve asalto al Parlamento. Yoon declaró la ley marcial argumentando que la oposición, a la que acusó de ser pronorcoreana, estaba llevando a cabo con sus políticas actos antiestatales, pero esta medida fue revocada por la propia Asamblea Nacional, obligando al presidente a invalidarla apenas seis horas después de haberla decretado.
"Si no lo destituyen, que renuncie"
En paralelo, trabajadores de la fabricante de vehículos surcoreana Hyundai iniciaron una huelga parcial de cuatro horas en apoyo al paro general convocado el miércoles por una confederación sindical nacional en protesta a la declaración de la ley marcial. Participaron de la medida unos 43 mil trabajadores de la compañía, según el Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Corea (KMWU).
El anuncio de Hyundai se produjo un día después de que la Confederación Coreana de Sindicatos (KCTU), el mayor grupo sindical de Corea del Sur, prometiera iniciar una huelga indefinida hasta que Yoon asuma la responsabilidad de su declaración de la ley marcial y dimita. "Nos mantendremos unidos con el pueblo y lideraremos la lucha por la renuncia inmediata del presidente Yoon", dijo un funcionario de la KCTU durante una rueda de prensa en la oficina del grupo.
También trabajadores del operador ferroviario nacional en Corea del Sur iniciaron una huelga indefinida tras el fracaso de sus negociaciones salariales, en una nueva muestra del descontento entre sindicatos y gobierno. El ministro de Finanzas de Corea del Sur, Choi Sang Mok, aseguró que la preocupación en torno a la posibilidad de que el país asiático caiga en recesión en 2025 es "excesiva", al tiempo que indicó que el shock provocado por la declaración de la ley marcial tendrá un impacto limitado sobre la economía.
Tal como muestra un reciente sondeo de la empresa Realmeter, más del 70 por ciento de los ciudadanos surcoreanos quieren que Yoon abandone el poder. "Creo que debería ser destituido. Y si no lo destituyen, que renuncie", dijo Kim Hyo Jin, una mujer que trabaja en casa cuidando a su hija pequeña, en diálogo con la agencia de noticias EFE.
"Ante todo debería dimitir, pero no creo que eso vaya a suceder. Así que espero que la moción para destituirlo salga adelante", aseguró Lee Ji Heon, diseñadora gráfica que reside en la capital surcoreana. Cha Mi Jung, empleada de banca de 35 años, afirmó sin dudar que el mandatario provocó la crisis y caos en el país, por lo que debería ser considerado responsable.
La moción de censura, ¿puede prosperar?
Mientras tanto la principal formación opositora en Corea del Sur, el Partido Democrático (PD), anunció su intención de votar el sábado en la Asamblea Nacional la moción para la destitución del presidente por haber decretado la ley marcial. Para que la iniciativa parlamentaria salga adelante es preciso el respaldo de dos tercios de la cámara, lo que significa que el bloque opositor (que cuenta con clara mayoría parlamentaria con 192 escaños) necesitará contar con ocho votos adicionales que saldrían de los 108 con los que cuenta el gobernante Partido del Poder Popular (PPP) de Yoon.
La clave está ahora en si los parlamentarios del PPP seguirán la línea marcada por el líder de la formación, Han Dong Hoon, quien les pidió votar en contra de la destitución de Yoon, o si en cambio atenderán al clamor popular contra el presidente. La encrucijada que afronta el partido gobernante la refleja la postura del propio Han, quien tachó la ley marcial de inconstitucional y llamó al presidente a abandonar la formación política conservadora, pero al mismo tiempo prometió trabajar para que la moción no prospere.
En caso de que la moción salga adelante Yoon quedaría inhabilitado y la jefatura de Estado y gobierno sería asumida de manera interina por el primer ministro, Han Duck Soo, a la espera de que el Tribunal Constitucional determine en un plazo máximo de 180 días si el presidente vulneró o no la Carta Magna al declarar la ley marcial el martes pasado.
El líder del PD, Lee Jae Myung, admitió que será difícil contar con el apoyo necesario para lograr la salida de Yoon esta semana, pero puntualizó que su destitución es una simple cuestión de tiempo, en declaraciones recogidas por la agencia surcoreana de noticias Yonhap. "El problema es que algunos diputados del partido de Yoon están dispuestos a votar a favor, pero eso implicaría romper la disciplina de partido y los colocaría en una situación difícil", sostuvo Lee, quien, sin embargo, aseguró que el presidente será destituido, ya sea en un día, dos, una semana, un mes o tres meses.
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