Susana Abaitua, Hugo Silva y Julián Villagrán protagonizan esta divertida historia de Alberto Utrera, una suerte de Mortadelo y Filemón dirigidos por los Coen en una de cine negro clásico.
Por Jordi Batlle Caminal
Para Fotogramas
En primera instancia, 'Desmontando a Lucía' es un relato de cine negro quintaesencial, con una trama intrincada como mandan los cánones y un caso de posible amnesia, tema frecuente en algunos clásicos del género de los años 40. Y para liar más el embrollo, una subtrama concerniente a un excuñado molesto. Todo está expuesto con ritmo eficaz y elegancia formal, pero lo más atractivo del conjunto son los chispazos de comedia, irónica y esquinada, que puntúan el recorrido, coqueteando con un humor negro que se diría situado en el mapa de los hermanos Coen.
Estas pinceladas cómicas están óptimamente servidas por el trío protagonista: Abaitua y su florido repertorio de verdades y mentiras intercambiables y, reyes de la función, Silva y Villagrán, divertidísimos cuando comparten escenas y jugosas líneas de diálogo, a veces de besugos, a un paso de Mortadelo y Filemón. Lástima que, para subrayar el amor por el film noir tradicional, Utrera inserte a menudo imágenes en blanco y negro de sabor bogartiano que son auténticos pegotes.
Para entusiastas de las intrigas enrevesadas salpimentadas con humor guasón.