El Presidente justificó el rechazo del proyecto que impulsa la diputada Lospennato al decir que trabaja en un proyecto superador; además, dijo que es una “mala idea” porque termina favoreciendo a los corruptos.
Por Luis Majul
Para La Nación
Javier Milei trata de salir “por arriba” de la enorme trampa política en la que se encuentra, por haberse negado a apoyar el proyecto de ley de “ficha limpia” que impulsa la diputada Silvia Lospennato.
¿Cómo lo hace? Pateando la discusión hacia adelante. Anunciando que él mismo trabaja en un nuevo proyecto para “mejorar” el original. Instalando otro tema en la agenda.
Como el anticipo del discurso que dará, por cadena nacional, el próximo martes 10 de diciembre, en el que explicará cómo crecerá la economía en 2025, mientras sigue bajando la inflación y continúa subiendo su imagen positiva.
Pero lo cierto es que el Presidente acusó el golpe y tomó nota. De hecho, el jueves pasado pudo comprobar cómo sus votantes originales le reprocharon que él mismo, en la apertura de las últimas sesiones ordinarias, había tomado el compromiso de impulsar la ficha limpia dentro del “paquete de leyes anti-casta”. Es decir, una ambiciosa movida que incluía, precisamente, la promesa de presentar un proyecto muy parecido al que se acaba de caer por falta de quórum.
Sin embargo, al cierre de esta columna, Milei no estaba convencido de llegar a tiempo para presentar, en el marco de las sesiones extraordinarias, y con el asesoramiento de Alejandro Fargosi, ese “nuevo proyecto superador”. Es más: en las últimas horas, después de analizar el tema con su mesa chica, Milei aclaró, en conversación con un periodista: “Estoy proponiendo una ficha limpia distinta y mejor. Que no derive en la proscripción de nuestros competidores”.
Y acto seguido le envió al periodista un posteo de Lucas Llach. El economista había comentado: “Con ficha limpia, Domingo Cavallo no podría haber sido candidato entre 2018 y 2024, por tener confirmada una condena en Casación en la causa sobresueldos.”
Ahora Milei dice que no quiere:
Que se deje al arbitrio de un juez amañado quién puede competir y quién no en las próximas elecciones.
Que “el remedio” de ficha limpia, en provincias como la de Gildo Insfrán, termine siendo “peor que la enfermedad”.
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Que acabe pasando, por ejemplo, lo que sucede en Venezuela, donde María Corina Machado no pudo competir como candidata a presidenta por la decisión de jueces chavistas que responden a la dictadura de Nicolás Maduro.
Tampoco quiere que la ley luzca como si tuviera nombre y apellido, colocando a Cristina Kirchner en una posición de víctima o en una superioridad moral que hoy no tiene.
Esta es la misma idea que nos anticipó el jefe de gabinete, Guillermo Francos, el domingo pasado.
Pero el Presidente, este fin de semana, fue todavía más allá. Comentó a uno de sus interlocutores habituales, palabra más, palabra menos: “La ficha limpia, tal como está, es una idea mala. Porque termina favoreciendo a los corruptos. Y la posiciona más fuerte a Cristina Kirchner”.
Milei negó una y otra vez cualquier acuerdo subterráneo con el kirchnerismo, Unión por la Patria o como se llame. Lo explicó así: “Es que para el PRO, todo lo que no sea su agenda termina siendo un supuesto pacto con Cristina Kirchner”.
Lo que sigue es información pura y dura:
El Presidente convocará a sesiones extraordinarias.
Pero no tiene pensado presentar, entre los proyectos de ley que le interesan, ni el de ficha limpia ni el de presupuesto 2025.
El argumento para no presentar un nuevo presupuesto y trabajar con el de 2023, prorrogado, es: “Ya venimos discutiendo hace dos meses. Porque lo que quieren no es un nuevo presupuesto. Lo que buscan es romper el equilibrio fiscal”.
Milei tampoco tiene previsto que se discutan, en el Senado, los pliegos de 140 jueces federales ni los nombramientos de Ariel Lijo y Manuel García Mansilla para integrar la Corte Suprema.
Sí analiza la posibilidad de designar a Lijo y García Mansilla por decreto y en comisión, por el período de un año.
El Presidente desearía eliminar las PASO, pero no está seguro de enviar el proyecto de ley, porque teme que se lo quieran canjear por alguna otra iniciativa.
Es curioso lo que viene pasando entre Javier Milei y Mauricio Macri, porque los dos, de alguna manera, compiten en el campeonato de “cómo jubilar definitivamente a Cristina”. Es más, el Presidente, para argumentarlo, usó una metáfora que le sirvió a los chicos grandes de La Cámpora para volver a poner a Cristina en el lugar de víctima. Pero Macri, por su lado, corre a Milei con la bandera anti-casta y se pregunta, desde su cuenta de X: “¿Queremos o no queremos un país sin corrupción? ¿De verdad nos interesa que los corruptos condenados no puedan seguir ejerciendo cargos públicos o queremos simular y usar esa debilidad como un instrumento de presión en otras negociaciones?”.
Macri escribió, en el mismo posteo, algo muy interesante. Reconoció que a una buena parte de la opinión pública, el tema de la ficha limpia no le importa tanto, porque tiene cuestiones más urgentes que resolver.
La última encuesta de ARESCO sobre contexto económico y sociopolítico del país parece darle la razón, sin atenuantes. Para empezar, la evaluación positiva de gestión e imagen de Milei rompió todos los récords. Y esto se ve con claridad en la serie histórica desde diciembre de 2023 hasta ahora.
Para seguir, las razones que dan los consultados sobre por qué apoyan a Milei y a su gestión están a la vista. En especial, cuando se habla de la economía, en general, y del bolsillo de cada uno, en particular.
Por otra parte, cuando se les pide a los encuestados que mencionen los logros concretos de la gestión de Milei, aparecen asuntos muy nítidos. Desde la vuelta al crédito hipotecario hasta la eliminación de la intermediación en los planes sociales. Desde el comienzo de las auditorías a las universidades públicas hasta la disminución del narcotráfico y la eliminación de la ley de alquileres.
Por eso tiene su lógica el resultado del ejercicio de simulación en el que se les pregunta: “En el caso de que La Libertad Avanza y el PRO decidan realizar un acuerdo electoral, ¿por cuál de todos los espacios votaría?”. Es que le da un holgado 51% al acuerdo entre La Libertad Avanza y el PRO, contra más de un 37% al kirchnerismo, con Cristina, Axel Kicillof y Sergio Massa, y menos de un 12% para “otros espacios”.
Milei ya empezó a trabajar en el discurso de conmemoración del primer año de su gobierno. La primera parte estará dedicada a la herencia, el diagnóstico, las medidas que impulsó y los resultados. La segunda parte la tituló, en sus papeles de trabajo, “la agenda del futuro”. Y está trabajando en cinco puntos:
Cómo cree que el país empezó a crecer.
Cómo impactará el crecimiento en el empleo, los salarios y la reducción de la pobreza y la indigencia, con eje en el Capital Humano.
El rol del Régimen de Incentivos para las Grandes Inversiones (RIGI).
Lo que se viene en materia de Inteligencia Artificial (IA).
Los detalles de un proyecto energético “que asombrará a los argentinos y al mundo”.
El Presidente hará varias menciones especiales. Y es posible que incluya a sus ministros preferidos: Luis Caputo, de Economía; Patricia Bullrich, de Seguridad; Sandra Pettovello, de Capital Humano; Federico Sturzenegger, de Desregulación y Transformación del Estado.
Hasta aquí, información y análisis sobre el presente y el futuro. Sobre el pasado, y cuánto daño hacen a los países los dirigentes políticos que no se terminan de jubilar, que hable Pepe Mujica, expresidente de Uruguay, que del asunto sabe un rato largo. Él hizo una inquietante mención a la condenada por corrupta por partida doble. Y dejo una frase de antología: “Cómo les cuesta largar el pastel”.