La caída por falta de quórum de la sesión especial de la Cámara de Diputados convocada para el pasado 28 de noviembre deja un gusto amargo en gran parte de la ciudadanía.
Por Jorge Enríquez, en diario Clarín
En esa sesión se debían tratar proyectos muy importantes. El que despertó más atención pública fue el de ficha limpia, pero también estaban en el orden del día 3 proyectos de superlativa importancia: a) juicio en ausencia (para habilitar procesos judiciales en aquellos casos en los que los imputados no puedan ser extraditados, por ejemplo, la causa del atentado a la AMIA), b) reiterancia (que permite rechazar el beneficio de la excarcelación para quienes tengan acumulación de procesamientos); y c) voto de argentinos en el exterior mediante carta, evitando la obligatoriedad de ir al consulado para emitir su sufragio, que había derogado el nefasto gobierno de Alberto Fernández )
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Si el intento de la semana anterior permitía sospechar de alguna reticencia del oficialismo en tratar el proyecto de ficha limpia, el del 28 de noviembre despejó toda duda. Fue claro que la ausencia de diputados de La Libertad Avanza respondía a una orden de quienes toman las decisiones en esa fuerza política.
Esto se evidenció por el brusco cambio de discurso de algunos voceros habituales del gobierno nacional, que a través de sus cuentas en las redes sociales descubrieron súbitamente que la ficha limpia era antidemocrática porque permitía que en virtud de resoluciones judiciales quedaran inhabilitadas algunas personas para ocupar cargos públicos.
Así, uno de esos heraldos del mileísmo, conocido en las redes sociales como “el Gordo Dan”, explicó que con ficha limpia no hubiera podido ser candidato en los Estados Unidos Donald Trump. Aunque este parecería un buen argumento a favor de la ficha limpia, en su caso pretendía ser uno que la refutara.
Y es verdad que la ficha limpia limita la democracia absoluta, como la limitan en general la Constitución y las leyes. Es la democracia limitada, republicana, la combinación que permite que las sociedades se desarrollen. Por eso, entre tantas otras cuestiones, se limitan o prohíben las reelecciones.
El mismo presidente Javier Milei había expresado en su discurso de la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso su apoyo a la iniciativa de ficha limpia. ¿Qué cambió desde entonces?
No se explica este giro de 180 grados si no es por la existencia de negociaciones de trastienda con el kirchnerismo, que pueden involucrar también la composición de la Corte Suprema, la designación de 150 jueces federales, la presidencia de la Cámara de Diputados y otros aspectos que ni sospechamos. Las negociaciones políticas no son malas por sí mismas; todo lo contrario, son la sal de la democracia. Siempre hemos criticado las posturas de intransigencia irreductible. Pero deben celebrarse a la luz del día.
Fuentes del oficialismo dejan trascender que esta negociación revela una gran astucia por parte de los estrategas de LLA, ya que le conviene a ese partido mantener viva la candidatura de Cristina Kirchner para poder polarizar con ella en las próximas elecciones. El Jefe de Gabinete, abonó esa idea al señalar que quieren evitar que se vea a la ley de ficha limpia como una norma proscriptiva de la ex presidente. Pero en tal caso no se podría aplicar nunca, porque siempre habrá algún dirigente político al que le quepa la inhabilitación. Se trata de una norma general, no con nombre y apellido.
Por lo demás, ese sacrificio de los valores republicanos en el altar de una supuesta conveniencia política inmediata no solo es inadmisible, sino que no tiene garantizado el éxito. No hay que abusar de estas maniobras. La realidad social y política no es un ajedrez cuyas piezas se muevan por obra y gracia de gurúes de la comunicación.
Hacia el final del día de la caída de la sesión, el gobierno filtró la información de que apoyaría la ficha limpia, pero con un proyecto propio. Otra voltereta en el aire, tal vez generada por la reacción negativa de buena parte de quienes podrían ser votantes del propio oficialismo. ¿Y no era antidemocrática unas horas antes la ficha limpia?
Del mismo modo se juega con la pretendida derogación o suspensión de las PASO. No por motivos sustanciales, que se puedan predicar en cualquier momento, si no porque se considera que para el 2025 la falta de PASO puede favorecer al oficialismo. Nada distinto a lo que nos tenía acostumbrados el kirchnerismo.
La sociedad espera del gobierno y de toda la dirigencia política seriedad, responsabilidad y ejemplaridad. Luchar contra el populismo con las armas del populismo es una tentación que puede arrojar algunos resultados en el corto plazo, pero a la larga no sería más que pavimentar el camino de una nueva frustración.