La propietaria de un autoservicio cerró las puertas para impedir el decomiso de productos vencidos y sin documentación. Los inspectores solicitaron intervención policial.
Un tenso episodio ocurrió en Añatuya el pasado martes, cuando el personal de Bromatología Municipal realizaba una inspección rutinaria en un autoservicio y carnicería local. La propietaria del comercio, al enterarse de que se iban a decomisar varios productos con fechas vencidas y carnes sin la debida documentación sanitaria, decidió tomar una actitud desafiante ante los inspectores.
Según los testimonios de los funcionarios, al intentar proceder con el retiro de mercadería irregular, la comerciante se negó rotundamente y ordenó a sus empleados retirar los productos de los estantes que ya habían sido apartados para el decomiso. Ante la negativa, la dueña cerró las puertas del establecimiento, dejando encerrados a los inspectores dentro del local.
La situación, que parecía resolverse con una simple inspección, escaló rápidamente y requirió la intervención de la policía local. Los inspectores de Bromatología, ante la negativa de la comerciante y el hecho de encontrarse bloqueados, solicitaron asistencia policial para poder retirarse del lugar y cumplir con su función de decomisar la mercadería en infracción.
El operativo, que resultó en el retiro de varios productos en mal estado y sin la debida documentación, no terminó con el cierre del comercio, aunque la municipalidad evalúa las sanciones correspondientes según las normativas vigentes en materia de seguridad alimentaria.
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