Participó gran parte del Gabinete, pero no la vice, Victoria Villarruel. Con su llegada, el Gobierno quiere echar al personal que no esté alineado con la ideología oficial.
Gerardo Werthein asumió como canciller en Casa Rosada después de que el presidente Javier Milei le tomara juramento. El exembajador en Estados Unidos juró en el Salón Blanco por “dios, la patria y la torá”, tras la salida de Diana Mondino por votar en contra del bloque de Estados Unidos a Cuba.
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El empresario y exvicepresidente del Comité Olímpico Internacional (COI) llega al Palacio San Martín luego de reforzar su vínculo con la mesa chica de Javier Milei y el impulso de Karina Milei, la secretaria General de la Presidencia, para que Mondino salga del Gabinete. También, en medio de las tensiones que se generaron en Cancillería por la promesa de hacer una auditoría y echar a las personas que no estén alineadas con la ideología del Gobierno.
La secretaria General de la Presidencia intervino en la Cancillería, a través de la abogada Úrsula Basset, quien tiene diálogo con los distintos diplomáticos argentinos. La injerencia de la hermana del jefe de Estado aumentó cuando Nahuel Sotelo fue designado como secretario de Culto.
La reestructuración en Cancillería se intensificó con la renuncia del exsecretario de Relaciones Exteriores, Leopoldo Sahores, y con el desplazamiento de Ricardo Lagorio de la embajada ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), donde asumió Francisco Tropepi. Eduardo Bustamante desembarcó en la vicecancillería tras un acuerdo del Ejecutivo con el PRO.