El entrenador aurinegro analizó la actuación de su equipo, se lamentó por no haber entrado al Reducido y contestó si seguirá en el club.
Tras quedarse fuera del Reducido, el entrenador de Mitre, Mario Sciacqua, expresó su frustración y el dolor que siente el equipo por no alcanzar la clasificación, especialmente tras la buena campaña en la segunda ronda.
“Con la campaña que hicimos podríamos estar terceros, pero nos toca quedarnos afuera. Estamos golpeados, es una realidad. Al partido lo ganamos, pero dependíamos de otro resultado que no se dio”, lamentó. A pesar de la eliminación, Sciacqua se mostró satisfecho con el rendimiento del equipo y destacó que “en el balance general, tenemos que estar muy conformes”.
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En diálogo con El Liberal, Sciacqua reflexionó también sobre su llegada a Mitre y el significado personal de esta etapa, sin confirmar aún si continuará el próximo año. El entrenador relató cómo la oferta del club santiagueño le permitió recomponer su carrera tras un período difícil en Atlanta, encontrando en Santiago del Estero un espacio de reencuentro personal y profesional: “Me replanteé muchas cosas y desarmé el cuerpo técnico; entendí que Santiago era el lugar indicado para reencontrarme espiritualmente y como persona”, reveló. Además, destacó el vínculo cercano con su plantel y el equipo técnico, describiendo que “formamos una familia, algo que no encontraba hace mucho”.
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Durante el torneo, Sciacqua implementó una línea de juego que, según su visión, fue clave para devolverle al equipo una identidad sólida. “El equipo comenzó a salir jugando desde abajo, le dimos identidad con la línea de tres o de cinco. Pasé mis mejores meses en mucho tiempo”, aseguró. A pesar de la presión del último partido, Sciacqua afirmó que “el equipo siempre respondió y desplegó un buen fútbol. Terminar el torneo así me duele, pero me voy en paz”.
Sobre su continuidad en el club, el DT dejó en claro que su decisión se verá influida por factores familiares: “Estoy muy cómodo acá, pero también debo pensar en mi familia. Si fuera por mí, ojalá pudiera traerlos a todos a Santiago, porque aquí me reencontré conmigo mismo”.