La baja de la brecha y la eliminación del impuesto PAIS harían incompatible mantener el esquema actual, que le resta más de USD 17.000 millones anuales al Central. Los inversores empiezan a mirar con preocupación el escenario electoral de 2025.
A pesar de la presencia del presidente y ministros en el Coloquio de IDEA, no se anunciaron medidas significativas.
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Lo más destacado fue la reunión del Banco Central, donde se decidió reducir de 60 a 30 días el plazo para que los exportadores accedan a divisas, facilitando así los pagos a proveedores del exterior.
Se anticipa que para fin de año el acceso a divisas estará normalizado para las empresas, a diferencia del año anterior, cuando solo el 13% de los importadores podía acceder al dólar oficial, acumulando deudas por más de USD 10.000 millones.
De cara a 2025, se prevé la eliminación del impuesto PAIS para importadores (actualmente en 7,5%), lo que sugiere una normalización en el acceso a divisas para este sector.
Dólar blend
La mejora en el acceso al mercado cambiario para importadores también requiere ajustes en el esquema para exportadores. Se espera que una medida clave para 2025 sea la eliminación del dólar “blend”, que permite a las empresas liquidar un 20% de sus divisas a través del contado con liquidación. Este sistema ha sido crucial para estabilizar los dólares financieros, pero representa una pérdida de alrededor de USD 17.000 millones al año para el Central.
El FMI ha recomendado eliminar este tipo de cambio para facilitar el proceso, ya que la reducción de la brecha cambiaria podría hacer esta transición menos dolorosa.
La UIA ha criticado al Gobierno por abrir las importaciones sin abordar los problemas de competitividad de las empresas. A pesar de las quejas, no mencionan específicamente los efectos de la apreciación cambiaria en la industria local.
El diputado José Luis Espert, cercano a Javier Milei, ha respondido a estas críticas señalando que la falta de competitividad de las industrias es una excusa recurrente.
La micro no despega
El Gobierno muestra confianza en la “macro”, pero la “micro” sigue sin despegar. La inflación mayorista se ha ajustado al dólar oficial, y se espera que el índice nacional de octubre supere apenas el 3%. Los superávit gemelos en la balanza comercial y fiscal reflejan una cierta estabilidad, con la caída del riesgo país a 1.100 puntos.
Sin embargo, hay preocupaciones sobre cómo se logra este superávit financiero, con críticas a recortes en áreas como la educación.
Carlos Rodríguez, ex viceministro de Economía, advierte que la deuda pública sigue aumentando a pesar de la aparente reducción del déficit, lo que ha llevado a una pérdida de credibilidad.
Los inversores, sin embargo, mantienen un optimismo moderado respecto a las cuentas públicas y la inflación.
A medida que mejora el clima financiero, persiste la pregunta sobre qué podría salir mal. La rapidez de la apreciación del tipo de cambio plantea dudas sobre la competitividad de Argentina.
Cepo, ¿hasta cuándo?
La continuidad del cepo es motivo de debate. Algunos analistas sugieren que eliminarlo pronto podría atraer más inversiones. Tanto Milei como Luis Caputo creen que mantener restricciones no impide el crecimiento del país.
El próximo año será crucial para observar si el riesgo país puede bajar a 500 o 600 puntos a pesar de las restricciones cambiarias. La capacidad de Argentina para afrontar sus deudas y evitar un nuevo default es fundamental.
Internacionalmente, surgen dudas sobre la política, especialmente respecto al apoyo que Milei necesitará en el Congreso para implementar cambios significativos. La figura de Cristina Kirchner, quien busca una posición en la lista del justicialismo, añade incertidumbre.
Una victoria de Milei en las elecciones legislativas, aunque perdiera en Buenos Aires, podría generar interrogantes similares a las de 2019, cuando Macri sufrió una fuerte derrota.
La posibilidad de un regreso del kirchnerismo complicaría la estabilidad del riesgo país y la confianza en el Gobierno. Un eventual colapso de acciones y bonos podría ser aún más drástico que en 2019, en caso de que se materialice esta amenaza política.