Santiago del Estero, Domingo 20
Octubre de 2024
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Opinión y Actualidad

Las madres, el motor invisible del crecimiento

En este Día de la Madre, reflexionamos sobre el papel fundamental del sector de los cuidados en la economía argentina, que representa el 16,8% del PBI. Reconocer, redistribuir y remunerar estas tareas es esencial para lograr una mayor equidad de género y un crecimiento económico sostenible. Celebremos a quienes sostienen no solo a sus familias, sino también a nuestra sociedad.

Hoy 08:00

Por Gala Díaz Langou para La Nación

¿Cuál es el principal sector de la economía argentina? Probablemente muchos estén pensando en la industria, la energía o en el agro. Lo cierto es que el principal sector de nuestra economía es uno que ni siquiera computamos en nuestras cuentas nacionales: el sector de los cuidados representa 16,8% del PBI argentino (según el último dato disponible, que es de 2022, publicado por el Ministerio de Economía en octubre de 2023).

¿Qué son los cuidados? Son las tareas que se realizan, casi siempre al interior de los hogares, que hacen posible nuestra vida. Son las tareas domésticas como cocinar o limpiar, además de organizar la logística para que eso ocurra. Son también las funciones de cuidar a quienes integran nuestras familias, como acompañar a las personas mayores a las citas médicas o amamantar a los bebés. Son tareas que habilitan todo lo demás. En este Día de la Madre es especialmente importante visibilizar estos números, porque son ellas quienes primariamente ejercen el cuidado.

Pero ¿por qué importan los cuidados? Por varias razones. Invertir en la economía del cuidado no solo permite una mayor equidad de género, sino que también genera crecimiento económico. Según estimaciones de Cippec: una inversión de 0,04% del PBI en espacios de crianza, enseñanza y cuidado implicaría aumentar la producción en 420 mil dólares y crear 6200 puestos de trabajo -de los cuales, el 37% serían ocupados por mujeres-.

Por otro lado, es central especialmente en el contexto demográfico actual. Nuestro país está envejeciendo muy rápido, mucho más aceleradamente que la mayoría de los países del mundo. Hoy en la Argentina tener hijos equivale a tener más probabilidades de no llegar a fin de mes. En nuestro país se concentran las peores condiciones en las familias con niños y esto hace que mujeres que desean tener más hijos elijan no tenerlos. Para que esto no suceda, es también central avanzar en fortalecer las políticas de cuidados.

Reconocer, redistribuir, reducir y remunerar el trabajo de cuidado son acciones fundamentales para transformar esta realidad. Hay muchas experiencias de sistemas integrales de cuidado, como las de Colombia y México, que nos demuestran que es posible diseñar políticas públicas que distribuyan las responsabilidades entre el Estado, el sector privado y las familias.

El trabajo de cuidado es tremendamente desigual. En la Argentina, las mujeres dedicamos, en promedio, 6 horas y media diarias al trabajo doméstico no remunerado, el doble que los varones (3 horas 40 minutos). Para las mujeres que viven en hogares con demandantes de cuidado (en su mayoría, madres) es una carga aún mayor: 8,59 horas (también el doble que sus pares varones). Esta carga desigual es uno de los principales obstáculos para la plena participación de las mujeres en el mercado laboral. Curiosamente, no ocurre lo mismo con los padres: ellos reciben mayores oportunidades en sus trabajos. Redistribuir esta carga no es solo una cuestión de equidad, sino también de desarrollo económico.

Si queremos un crecimiento económico inclusivo y sostenible, debemos priorizar al sector de los cuidados en nuestras políticas macroeconómicas y también en el diseño de nuestras políticas públicas. No podemos seguir ignorando la contribución del cuidado al bienestar y desarrollo de nuestras sociedades. Reconocer su valor, redistribuir su carga y remunerarlo adecuadamente no solo hará que nuestras economías crezcan, sino que garantizará una sociedad más justa y equitativa para todos.

En este Día de la Madre, celebremos a todas aquellas mujeres que cuidan y sostienen no solo a sus familias, sino también, invisiblemente, a nuestra economía.

Directora ejecutiva de Cippec