Después de los reiterados gestos de acercamiento de parte del futbolista, la conductora se manifestó en sus redes sociales.
Mauro Icardi aterrizó en Buenos Aires hace tres días y todo se alborotó en su relación con Wanda Nara que ya nadie se atreve a adjetivar. El delantero del Galatasaray aprovechó el parate en la competencia de liga por la fecha FIFA y viajó al país para reencontrarse con sus hijas Francesca e Isabella. Además, se propuso arreglar el vínculo con la empresaria, con quien se encuentra virtualmente separado y no solo porque actualmente trabaja en Estambul. Aunque, como todo lo que representa a esta pareja, hay que tomarlo con pinzas.
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Vale recordar que Wanda anunció la ruptura en julio pasado con un comunicado en sus redes sociales del que el delantero no pareció acusar recibo. Y mientras no haya un documento firmado y certificado que determine el divorcio, no pierde las esperanzas en la reconciliación. Y en estos días en Buenos Aires está jugando fuerte con una serie de publicaciones en su cuenta de Instagram, entre gestos románticos, indirectas o no tanto y mensajes desafiantes
En una de las más recientes, aparece abrazándola frente a un espejo, en el departamento de Núñez que solían compartir y con una mención al tema “Amor Verdadero”, dedicado a él por Nara. Aunque Icardi viene mostrando signos de acercamiento, como cenas a la luz de las velas y fotos íntimas, Wanda se había mantenido en silencio, enfocándose en su trabajo como conductora de Bake Off Famosos o dedicada a su rol de modelo e influencer.
Hasta que todo pareció encuadrarse en la trillada máxima de “la que calla, otorga” en el marco de un viernes feriado en Buenos Aires que regaló una temperatura veraniega. El termómetro se acercó a los 30 grados y la todavía familia Icardi Nara a pleno -junto a Valentino, Constantino y Benedicto, los hijos de ella con Maxi López-, se dirigió a otra de sus propiedades, ubicada en el barrio cerrado de Santa Bárbara. En un clima ideal para pasarlo al aire libre, Wanda mostró una panorámica de la laguna y reflejó a sus hijos Valentino y Constantino antes del almuerzo. El futbolista también eligió documentar el paisaje y luego mostró a las hijas del matrimonio sentadas en el pasto.
Al caer la noche, Wanda hizo gala de su habitual manejo de las redes y derribó esta tendencia separatista con una foto contundente de la intimidad familiar. Allí se lo ve a Icardi de espaldas, manipulando la parrilla que luce prolijamente ordenada, en una tonalidad en blanco y negro y una toma que aparenta ser casual. “Mi asador”, escribió la conductora, que de inmediato subió otra imagen, esta vez a todo color, reflejando una mesa larga de otros tiempos. Allí están Mauro y sus cinco hijos, como si el tiempo no hubiera pasado, o como si las tormentas sean, otra vez, cosa del pasado.
Wanda eligió no hacer ninguna referencia a la imagen, más allá de un corazón celeste y una bandera argentina, dando nuevamente muestras del amor que siente por su país. Por su parte, el futbolista reposteó la foto en la que está con la parrilla, lo que da a entender que su esposa lo etiquetó en modo oculto, para que nadie más que él lo vea. Solo ella sabe si esto es un gesto de perdón, de reconciliación o simplemente una puesta en escena que quedará en la anécdota del anochecer de un día feriado.