Después de un empate ante Venezuela marcado por una cancha llena de agua por las lluvias, la Pulga se lamentó porque esto impidió que la Selección Argentina despliegue su mejor versión.
Después del empate 1-1 entre la Selección Argentina y Venezuela en las Eliminatorias Sudamericanas, el capitán argentino, Lionel Messi, expresó su frustración por el mal estado del campo de juego en Maturín, afectado por las intensas lluvias. "No pudimos dar dos pases seguidos", comentó la Pulga, quien señaló que el agua acumulada en el césped fue un factor determinante en el desarrollo del partido.
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Desde el inicio, el encuentro estuvo condicionado por las condiciones climáticas, lo que obligó a los jugadores a adaptarse a un terreno que complicaba la circulación de la pelota. "El partido se hace trabado, muy feo. En el segundo tiempo, por la derecha, se pudo jugar un poco más, pero fue muy difícil", agregó Messi. También explicó que el equipo tuvo que modificar su estilo habitual: "Tuvimos que hacer otro partido que no habíamos preparado, luchar por la segunda pelota y no arriesgar demasiado".
A pesar del empate, Messi celebró su regreso a la Albiceleste tras una larga ausencia desde la final de la Copa América 2024 por una lesión en el tobillo. "La espera se hizo larga", confesó, pero se mostró contento de volver a la cancha con la selección y anticipó con ilusión su próximo encuentro en Buenos Aires.
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Argentina enfrentará a Bolivia el martes en el Monumental, y Messi expresó su entusiasmo por jugar nuevamente ante su público. "Extraño volver a jugar en Argentina. Tenemos un viaje largo, pero nos prepararemos para el partido", concluyó.