La actriz se reinventa en el Festival de San Sebastián con esta película dirigida por Gia Coppola sobre una bailarina de Las Vegas que se queda en el paro en plena cincuentena.
Por Laura Pérez
Para Fotogramas
Que Gia Coppola haya elegido a Pamela Anderson para interpretar a una bailarina que triunfó en los años 80 por ser joven y guapa, pero que ahora tiene 57 años y afronta su declive es la decisión que hace que su película tenga sentido. ‘The last showgirl’ nos cuenta una historia cientos de veces relatada antes. Pero que sea ella quien la protagonice le añade capas a un personaje que, a priori, no goza de una gran profundidad en el guion.
La ex vigilante de la playa humaniza a esta mujer, estrella de un caduco espectáculo de cabaret en Las Vegas con mucha lentejuela, demasiado maquillaje y donde es todo muy kisch. Y muy decadente, porque la competencia es dura y los sueldos precarios. Las bailarinas de casinos no tienen un plan de pensiones, no pueden pagar a una canguro y, llegado un momento, pueden hasta perder su casa. El personaje interpretado por Jamie Lee Curtis, otro más entre los magníficos papeles que nos está regalando en esta segunda vida de su carrera, es un buen ejemplo de ello. Y desde luego el de la propia Anderson, que después de 38 años trabajando en el mismo show debe afrontar su final, ante la falta de interés de un público que se ha marchado en busca de otras cosas. El crepúsculo de los dioses en estado puro, interpretado con extraordinaria delicadeza y melancolía en el que es el gran papel de su carrera (hasta ahora). El guion de Kate Gersten (‘Mozart in rhe jungle’) propone además una lectura sobre el alto precio que deben pagar las mujeres cuando tienen hijos y quieren continuar con sus carreras o sus sueños (o ambas cosas). Y de cómo la factura por ser una madre ausente resulta siempre más elevada que cuando se trata de un padre. ‘Las madres no somos ni santas ni salvadoras’, le dice Shelley, la protagonista, a la hija de la que no se pudo ocupar por subirse cada noche al escenario.
Coppola apuesta por una fotografía de grano grueso, exteriores con contraluces y movimientos de cámara en mano que dan personalidad a la película, rodada en tan solo 18 días. La directora, inicio su carrera con una prometedora ‘Palo Alto’ (2013) y continuó con la algo decepcionante ‘Popular’ (2020). Entre una y otra ha tenido una interesante carrera como directora de videoclips musicales. Y se nota. La película goza de momentos bellísimos bajo la banda sonora creada por Andrew Wyatt (autor de varios temas de ‘Barbie’ y del ‘Shallow’ de ‘Ha nacido una estrella’), especialmente cuando retrata en exteriores el paisaje de Las Vegas. Como curiosidad, la directora, nieta de Francis Ford Coppola y sobrina de Sofía (con quien trabajó como ayudante de vestuario en ‘Somewhere’) agradece en los créditos a varios miembros de su familia.
Para darse un baño de nostalgia y de homenaje a Pamela Anderson.