Nélida Caballero fue procesada por la compra de bienes en efectivo entre 2011 y 2016, que no pudo justificar, ya que cobraba un sueldo de apenas $8.500.
Este jueves comienza el juicio contra Nélida Caballero, la excocinera de Julio De Vido, acusada de supuesto lavado de dinero, al no poder justificar la compra de siete autos de alta gama y una propiedad en Formosa que pagó en efectivo.
La Justicia intenta determinar si la empleada actuó como testaferro del exministro de Planificación Federal. El debate se hará una vez por semana, a las 9 de la mañana, en el Tribunal Oral Federal N° 7. También serán juzgados su pareja Omar Lavergne y la hija de ambos, Camila Caballero.
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La mujer fue denunciada en julio del 2017 por el diputado nacional por Formosa, Martín Hernández (UCR). A partir de allí, comenzó una investigación sobre su patrimonio y los nexos con la familia De Vido a través de “prestaciones de tarjetas de crédito, bancos, registros de propiedad automotor y compañías de seguro”.
Uno de los puntos de la pericia sobre los bienes de Caballero era determinar si existían vínculos entre ella, De Vido y su esposa, Alessandra Minnicelli, actualmente investigados en una causa conexa por enriquecimiento ilícito.
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La Justicia estableció que la excocinera puso como domicilio personal la dirección Libertador al 2277, la casa donde vivió hasta el 2016 el exministro del kirchnerismo.
En su defensa, tras ser imputada, la mujer culpó a la AFIP por las inconsistencias patrimoniales que detectó la Justicia. “Será una desprolijidad de su parte”, aseguró en un escrito que presentó ante el juez Luis Rodríguez, que investigó la causa.
El magistrado la embargó, secuestró cinco de sus autos y le prohibió salir del país. Todo debido a la compra de siete vehículos adquiridos entre el 2011 y 2016, por un valor total de $900 mil, pese a que su salario mensual rondaba los $8.500.
Se trata de una camioneta Toyota Hylux, un Fiat Strada, un Toyota Etios, un Peugeot RCZ Tiptronic y un cuatriciclo. Además, nunca logró justificar cómo adquirió una casa de $1.800.000 en Formosa.
Sobre estas dos cuestiones, manifestó que los bienes en su poder responden a “sus negocios”, que serían una carnicería y una quiniela, y admitió seguir trabajando para Minnicelli. “Ganó entre unos 10 mil pesos por mes”, aclaró. Sin embargo, jamás justificó ese dinero.
Finalmente, juez federal Marcelo Martínez De Giorgi procesó a Caballero y pidió que vaya a juicio oral, junto con su pareja Omar Lavergne y su hija, Camila Caballero.
Mientras este debate avanza, en paralelo el exministro K y su esposa, quien se desempeñó como titular de la Sindicatura General de la Nación, siguen siendo investigados por presunto enriquecimiento ilícito.
En junio de este año, la sala IV de la Cámara Federal de Casación Penal rechazó un recurso de queja que presentó el matrimonio para pedir la nulidad del llamado a indagatoria por esta causa. Los acusados no querían ser citados al acto de defensa, pero los camaristas Gustavo Hornos y Mariano Borinsky lo desestimaron.
La hipótesis de la Justicia es que el condenado por la Tragedia de Once había incrementado su patrimonio de forma apreciable durante el periodo que ejerció la función pública.