Décimo largo de Joachim Lafosse basado en el caso real de Victor Hissel, abogado belga acusado de pederastia y tenencia de pornografía infantil, con Daniel Auteuil y Emmanuelle Devos como protagonistas.
Por Laura Pérez
Para Fotogramas
Joachim Lafosse ('Los caballeros blancos', 'Un amor intranquilo') explora en este su décimo largometraje esa ponzoña que envenena a las familias cuando en su seno se han producido abusos silenciados durante décadas. Y lo hace bajo un formato de investigación policial que juega con los límites de la elipsis, retándose a retrasar al máximo el momento de revelar una información fundamental para el espectador. La película está basada en el caso real de Victor Hissel, abogado de un mediático caso de pederastia en Bélgica, acusado a su vez de tenencia de pornografía infantil. El director indaga por esta vía en la cuestión de por qué se silencia el abuso –la hija de Alice Munro ha esperado 50 años para contarlo y el relato sobre el comportamiento de su madre podría ser el retrato del personaje que encarna Emmanuelle Devos–.
Lo que parece construido con una buena arquitectura (y dos actores soberbios) se tambalea, sin embargo, cuando el director duda entre mirar a la madre o al hijo, y en esa falta de decisión flaquea también el espectador. Opta, además, por dosificar la información con un sistema de abrir el grifo y cerrarlo después, en lugar de por un más controlado (y efectivo) goteo.
Para quienes buscan historias de secretos familiares y tramas con sorpresa.