El menor fue detenido en la madrugada del viernes durante un allanamiento en la zona del atentado. En su teléfono se encontraron pruebas que lo vinculan con la balacera.
Un adolescente de 16 años está detenido desde la madrugada de este viernes en Rosario por estar sospechado de haber sido quien atacó a tiros un colectivo de la línea 146 bandera roja del transporte urbano de pasajeros de esa ciudad en la noche de este jueves. Se trata de A.G.M., quien fue localizado en un departamento del complejo Fonavi de Sánchez de Thompson al 100 bis, cerca del lugar del atentado, junto a dos adultos que también quedaron arrestados por la posesión de 39 envoltorios de cocaína, un chaleco balístico, una balanza de precisión, cuatro chips de una empresa de telefonía y dinero en efectivo.
En la investigación que lleva adelante el fiscal Franco Carbone, de la unidad de Balaceras del Ministerio Público de la Acusación, se pudo acceder al teléfono del menor, en el que se habría encontrado un video que grabó el mismo adolescente al momento de jalar el gatillo. Resta conocer a quién le envió o le estaba por enviar dicha filmación. No obstante, su situación judicial quedará sujeta a la Justicia de Menores.
A.M., conocido para investigadores policiales bajo el apodo de “Soretito”, fue detenido junto con G.R.R. (44 años) y K.R. (24) en un operativo del Grupo Táctico Multipropósito de la Unidad Regional II. Dicho procedimiento había sido motivado porque testimonios señalaban al adolescente como el posible autor de los tiros. Los adultos serán imputados, en principio, por microtráfico de droga por el fiscal Carbone.
El atentado ocurrió pasadas las 20 de este jueves en el barrio Tablada. De acuerdo con los datos aportados a Infobae por investigadores policiales, el interno 3.890 de la empresa Rosario Bus circulaba por Abanderado Grandoli y al pasar la esquina de Spiro recibió cuatro disparos que, según establecieron los peritos que trabajaron en la escena, fueron realizados con un arma calibre 9 milímetros.
Los testimonios recolectados dieron cuenta de que el sicario estaba a pie y que no había hecho señas para detener el colectivo, que en ese momento llevaba a cinco pasajeros. Todos resultaron ilesos, al igual que el chofer.
El colectivero recién frenó en la esquina de las calles Necochea y 27 de Febrero, a más de un kilómetro de donde ocurrió el atentado, y accionó el botón de pánico, que provocó un alerta al sistema del 911. Cuando llegó la Policía de Acción Táctica dijo que llegó a ver de reojo al sospechoso, pero no podía afirmar qué ropa llevaba puesta.
Los agentes constataron cuatro impactos de arma de fuego sobre el lateral derecho del colectivo, uno de ellos sobre la puerta de ascenso de pasajeros. Todos dieron a una baja altura, y ninguno llegó a romper vidrios.
Casualmente, este jueves en Rosario fue imputado José María Villarruel, un hombre que el pasado 24 de agosto llamó al 911 para decir que iban a matar a un colectivero antes de fin de año.
El fiscal Federico Rébola, a cargo de la acusación, agregó que desde ese número ya se había hecho una amenaza idéntica el 21 de marzo pasado a la central de emergencias, en un mes en el que ocurrieron los cuatro crímenes considerados “narcoterroristas” -calificación usada por la ministra de Seguridad Patricia Bullrich-, que tuvo entre sus víctimas al colectivero Marcos Iván Daloia y una serie de atentados.
Villarruel había sido detenido el martes pasado en un operativo de la Policía de Investigaciones en Minetti al 2600, en un puesto de venta de diario. Ahora, el juez Hernán Postma determinó que quede en prisión preventiva efectiva por 30 días.