Se la denomina “Testigo G”. Al igual que en el primer caso, de una empleada doméstica, hizo una exposición ante un escribano y ahora la defensa le pidió a la Fiscalía que la cite a declarar.
La defensa de Alberto Fernández aportó esta mañana ante la fiscalía de Ramiro González el testimonio de una niñera que trabajó en la quinta de Olivos al cuidado de Francisco, el hijo de Alberto Fernández y Fabiola Yañez. La mujer hizo una exposición ante un escribano público, al igual que el denominado “Testigo A”, y ahora debería declarar ante el fiscal para que su testimonio tenga validez.
La niñera dijo ante un escribano que vio hematomas en el cuerpo de Yañez y los adjudicó a “tratamientos de plasma rico en plaquetas”. “Iba una mujer, le hacía el tratamiento mencionado, masajes, drenaje linfático, entre otros”, sostuvo.
La mujer agregó que se acordaba de esa situación porque al día siguiente hablaron de su miedo por las agujas: “Le he visto el machucón de extracción de sangre en el brazo y en la cara le note los pinchazos del tratamiento”, afirmó ante las preguntas de la abogada de Alberto Fernández.
La “Testigo G” trabajaba en la casa principal de la quinta de Olivos, en el dormitorio de Francisco. Según dijo, sus tareas eran de lunes a lunes, sin retiro, con algún franco esporádico. Comenzó en el 2022 y estuvo hasta agosto de 2023. “Dormía en el dormitorio con Francisco y cuando algún fin de semana los Señores se encontraban sin actividad, dormía en la parte superior de la casa. El dormitorio de Francisco se encontraba a dos pasillos del dormitorio principal, entre los pasillos se encontraba el ascensor y eso dividía el dormitorio principal donde dormían los Señores”, explicó.
Al igual que la primer testigo propuesta por la abogada Silvina Carreira, la niñera sostuvo que la relación entre Fernández y Yañez “era normal”, con “alguna discusión y nada más”. Y que no fue testigo de agresiones físicas.
Su testimonio figura en un acta de cuatro páginas que entregó la defensa en la Fiscalía. Recién cuando preste testimonio en Tribunales tendrá validez como prueba.
El miércoles, la defensa de Alberto Fernández había aportado el testimonio de una empleada doméstica que trabajó en la quinta de Olivos durante los últimos cuatro años. Fue identificada como “Testigo A”, pero todo indica que se trata de Tereza Moreno, una de las “amas de llave” mencionadas por Daniel Rodríguez, el ex intendente de la quinta.
Esa mujer trabajó durante varios años en el departamento de Puerto Madero, pero recién comenzó a tener vínculo frecuente con Yañez en la quinta de Olivos, donde trabajaba siete días seguidos, con cama adentro, y luego descansaba una semana. “Es una persona que le recomendó Vilma Ibarra (su ex pareja), actualmente cuida a los perros de Fernández”, dijo una fuente con acceso a la intimidad de Olivos.
La empleada doméstica aseguró ante un escribano que nunca vio agresiones de parte del ex presidente hacia Fabiola Yañez y que la ex primera dama tomaba alcohol de manera habitual. En ese contexto, contó una anécdota puntual: “Yañez había quedado hasta muy tarde con sus amistades y cuando la fue a buscar la encontró tirada en el piso en medio de las plantas en la zona de la pileta”.
El testimonio se registró el 20 de agosto en una escribanía pero se aportó ocho días después.