Las cifras globales preocupan a los especialistas, ya que la aparición temprana de esta enfermedad se relaciona con serias complicaciones de salud en la adultez, lo que afectará significativamente la calidad de vida de los jóvenes.
En las últimas décadas, un cambio inquietante sacudió la salud pública a nivel global: la diabetes tipo 2, una enfermedad que anteriormente afectaba casi exclusivamente a adultos, ahora se expande rápidamente entre niños y adolescentes. Este fenómeno, respaldado por diversos estudios y reportes recientes, plantea serias preocupaciones sobre el futuro de la salud mundial, ya que la diabetes tipo 2 de aparición temprana está asociada con complicaciones graves que pueden acortar drásticamente la vida de los jóvenes afectados.
Un artículo reciente de los Institutos Nacionales de Salud (NIH por su sigla en inglés) destacó que “la diabetes de tipo 2 en los niños es diferente de la de los adultos en varios aspectos”, entre los que remarcaron: “Una rápida progresión a la insulinopenia (el páncreas no fabrica insulina), una asociación con múltiples comorbilidades y una probabilidad de desarrollar complicaciones mucho antes en su trayectoria de la enfermedad”.
La Asociación Americana de Diabetes (ADA por su sigla en inglés) realizó proyecciones basadas en una investigación epidemiológica de la enfermedad y mediante el uso de modelos matemáticos basados en los datos actuales establecieron cómo aumentarán los casos de diabetes en jóvenes.
Teniendo en cuenta los casos de la enfermedad en menores de 20 años desde 2002 hasta 2017, los investigadores pronosticaron dos escenarios sobre cuántos niños y adolescentes serán diagnosticados con diabetes en 2060.
Por un lado, si la tasa de nuevos diagnósticos se mantiene igual, los casos de diabetes tipo 1 se mantendrían más o menos iguales, mientras que los casos de diabetes tipo 2 aumentarían aproximadamente un 70%.
En tanto, si la tasa de nuevos diagnósticos continúa en aumento, los casos de diabetes tipo 1 se elevarían alrededor de un 65%, y los del tipo 2 de la enfermedad serían aproximadamente un 700% más que en la actualidad.
Causas del aumento en la diabetes tipo 2 en jóvenes
Una de las principales causas de este alarmante aumento es la creciente prevalencia de la obesidad entre los jóvenes. Según el mismo informe del NIH, la obesidad infantil alcanzó proporciones pandémicas, contribuyendo significativamente al incremento de la diabetes tipo 2 en esta población.
En muchas partes del mundo, las tasas de obesidad infantil y juvenil se han más que duplicado en los últimos 30 años. La obesidad es un factor de riesgo directo para la diabetes tipo 2, y la relación entre el índice de masa corporal (IMC) y la edad de aparición de la enfermedad es inversa: cuanto mayor es el IMC a edades tempranas, más probable es que la diabetes se desarrolle en la juventud.
La dieta y el estilo de vida modernos también desempeñan un papel crucial. Un estudio publicado en The Lancet destacó cómo el aumento del consumo de alimentos ultra procesados, ricos en azúcares, grasas y sal, junto con el sedentarismo crearon un entorno obesogénico que promueve el desarrollo de enfermedades metabólicas como la diabetes tipo 2.
El presidente de la Sociedad Paraguaya de Diabetología, Atilio Castillo Ruiz, alertó sobre el preocupante aumento de la diabetes tipo 2 entre los jóvenes y consideró que “este incremento se debe en gran parte a la disminución de la actividad física, exacerbada por la falta de espacios adecuados y la falta de conocimiento sobre cómo ejercitarse”.
“Además, la pandemia de COVID-19 empeoró la situación, ya que muchos jóvenes perdieron el hábito de practicar deportes y se volvieron más sedentarios -analizó el experto-. Otro factor clave es el aumento del consumo de alimentos ultraprocesados, lo que ha llevado a una dieta menos saludable y ha contribuido a problemas como el sobrepeso y la obesidad”.
Además, los determinantes sociales de la salud, como la pobreza y la falta de acceso a alimentos saludables, agravan el problema, especialmente en comunidades marginadas. Los jóvenes de estos entornos suelen tener menos oportunidades de llevar una vida saludable, lo que aumenta su riesgo de desarrollar la enfermedad.
Riesgos asociados a la diabetes tipo 2 en niños y adolescentes
La diabetes tipo 2 en niños y adolescentes es particularmente peligrosa debido a su rápida progresión y severidad. Según Barbara Linder, endocrinóloga pediátrica y asesora principal de investigación sobre diabetes infantil del Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK, por sus siglas en inglés), en comparación con los adultos, los jóvenes con diabetes tipo 2 experimentan un deterioro más rápido de la función de las células β del páncreas, lo que agrava la resistencia a la insulina y acelera la aparición de complicaciones graves. Estas complicaciones, que incluyen enfermedades cardiovasculares, insuficiencia renal y problemas de visión, suelen manifestarse a una edad mucho más temprana en los jóvenes, reduciendo significativamente su esperanza y calidad de vida.
Además, existen desigualdades étnicas y socioeconómicas en la prevalencia y el manejo de la diabetes tipo 2 en jóvenes. En países como el Reino Unido y Estados Unidos, los jóvenes de grupos étnicos minoritarios, como los asiáticos, afroamericanos e hispanos, están sobrerrepresentados entre los casos de diabetes tipo 2.
Estos grupos no solo tienen una mayor predisposición genética a la enfermedad, sino que también enfrentan mayores desafíos para acceder a un tratamiento eficaz y mantener un control adecuado de la enfermedad.
La necesidad de una respuesta urgente
El aumento de la diabetes tipo 2 en jóvenes exige una acción inmediata para revertir esta preocupante tendencia. Las políticas de salud pública deben centrarse en la promoción de estilos de vida saludables desde la infancia, fomentando la actividad física regular y una alimentación equilibrada.
Es crucial mejorar el acceso a alimentos frescos y nutritivos en todas las comunidades, especialmente en aquellas que enfrentan mayores barreras socioeconómicas.
Castillo Ruiz subrayó la importancia de que los jóvenes adopten hábitos más saludables, como realizar más actividad física y mejorar su alimentación, tanto en el hogar como fuera de él. También destaca la necesidad de que los jóvenes vuelvan a socializar, ya que el aislamiento contribuye a la disminución de la actividad física y al desarrollo de la diabetes tipo 2.
Asimismo, es fundamental promover la detección temprana de la diabetes tipo 2 en niños y adolescentes con factores de riesgo, como obesidad y antecedentes familiares de la enfermedad.
La ADA recomienda que los médicos realicen pruebas de detección en jóvenes con sobrepeso u obesidad a partir de los 10 años o una vez iniciada la pubertad, lo que ocurra antes. La identificación y el tratamiento precoz pueden prevenir la progresión de la enfermedad y sus complicaciones, mejorando las perspectivas de salud a largo plazo para estos jóvenes.
En resumen, la diabetes tipo 2 en niños y adolescentes representa un desafío global que no puede ser ignorado. Las causas de su aumento están profundamente arraigadas en el estilo de vida y los determinantes sociales, lo que hace necesario un enfoque integral para abordar este problema. La salud y el futuro de las generaciones más jóvenes dependen de nuestra capacidad para actuar ahora, antes de que esta crisis alcance proporciones aún más devastadoras.