Carniceros salteños aseguran que las ventas bajaron alrededor del 30 por ciento.
El consumo de carne vacuna se desplomó los primeros siete meses de este 2024 y es el más bajo de los últimos 26 años, según el último informe económico mensual de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA). Según un relevamiento efectuado por el diario El Tribuno de Salta en carnicerías barriales de las zonas sur y sudeste de la capital salteña, las ventas disminuyeron de forma drástica en las últimas tres semanas y la gente apenas compra por gramos.
"Bajó muchísimo la venta estos días y subieron los precios. El porcentaje se nota, un 30 por ciento aproximadamente. Hace meses que vienen en caída las ventas, pero en las últimas tres semanas se notó más", contó la encargada de una sucursal de una cadena de carnicerías.
Asado, en cuotas
Y añadió: "A pesar de todo nosotros seguimos vendiendo carne para asado los fines de semana. Está a 8 mil pesos el kilo. La gente no se priva, se da un gustito de vez en cuando, aunque no lo paga de contado efectivo, pero si se endeuda con la tarjeta y lo lleva".
Contó que de lunes a viernes lo que más busca la gente son los cortes más económicos como molida común, sobaco, blandos. "La molida común está a 5.500 pesos, la especial a 7 mil pesos, los blandos están un poco más: a 7.300 pesos", detalló.
Y agregó: "El panorama es complicado, pero de igual manera creo que esto es cuestión de tiempo, habrá que esperar y pasar la crisis como ya hemos pasado tantas otras. Nosotros buscamos adaptarnos al bolsillo de la gente. Tenemos buena calidad y precios".
Según la CICCRA, la caída del consumo de carne vacuna fue del 14,1% en comparación con enero-julio del año pasado. El consumo por habitante fue de 45,6 kilos por habitante por año, 15,1 por ciento por debajo del promedio alcanzado en enero-julio de 2023.
"A la gente no le alcanza el sueldo"
Desde otra carnicería situada sobre la calle Diario El Clarín del barrio El Tribuno, un encargado explicó que: "No tan solo este sector está mal, sino todos. A la gente no le alcanza el sueldo para nada. La gente come menos carne".
"El otro día un señor vino y me pidió 800 pesos de sobaco y vale 7 mil pesos el kilo, o sea, le tuve que dar un poco más de 100 gramos así que corte un pedazo que valía mil pesos y se lo di igual porque me conmovía. La gente compra de a gramos. Me piden que les de lo más barato para moler, por ejemplo, 500 gramos de sobaco", sostuvo.
Recordó que atrás quedaron esos años donde los clientes hacían fila. "Ya no es como antes que hacían fila y llevaban varios kilos, incluso para toda la semana. Ahora me piden mil o dos mil pesos de carne", expresó.
Contó que a causa de la baja en las ventas, tuvo que optar por reducir su stock. "Tengo un poquito de cada corte y el asado está intacto, no vendí nada. En otras épocas me faltaría mercadería un domingo como este", se lamentó.
En el local ofrece el kilo de costillas a 6.500 pesos, el de vacío, tapa de asado y matambre a 7.500 pesos. En el caso de la paleta, cuesta 8 mil pesos el kilo, 9 mil pesos el lomo, sobaco 7 mil, chorizo de cerdo 7 mil y el de vaca 5 mil el kilo.
Y añadió: "La verdad es que no nos dan los números con el local, a si que estamos luchándola. Hay días y días. Venimos en picada y siento que estamos en una meseta, pero muy abajo, en el fondo y no hay repunte", finalizó.
En tanto desde una carnicería ubicada sobre la avenida Felipe Varela del barrio Santa Cecilia, en la zona sudeste, un propietario contó que "la gente compra medio kilo, 400 gramos incluso menos y vienen día de por medio o dos veces a la semana. Son pocos los clientes que compran todos los días. Lo que más buscan es molida común o blando".
Indicó que a la hora de pagar la carne los clientes optan por hacerlo mediante transferencia.
Testimonios
"Siempre que vengo a la carnicería está vacía prácticamente. Creo que la gente está tan endeudada que se restringe en todo porque no puede pagar las cuentas y dentro de eso entra la carne. Yo compro lo que necesito para el día. Ya ni hacer un guiso es barato porque la carne y las verduras están carísimas", contó Patricia Tarifa, una vecina del barrio Santa Cecilia, mientras ingresaba a una carnicería.
Por su parte, Felipe Castro, otro vecino, manifestó: "Aquí hay más pollerías que carnicerías. Es que es más barato comprar puchero y alitas de pollo antes que carne, ni siquiera se puede comprar pechuga o patamuslo porque también está caro. Yo compro carne de vaca dos veces a la semana nada más".