La mujer estaba en un bosque en la India. No podía hablar y a través de una nota primero acusó a su marido de haberla atado y abandonado en el lugar. El inesperado giro en el caso.
Lalita Kayi Kumar, una mujer estadounidense de 50 años, fue hallada en un estado de extrema precariedad, encadenada a un árbol en el bosque de Sindhudurg, en India, hace dos semanas. Un pastor local, atraído por los desgarradores gritos que rompían la quietud del bosque, se convirtió en el inesperado héroe que descubrió la escena.
“Gritaba como un animal”, relató a la BBC. “Cuando fui allí, vi que tenía una pierna atada a un árbol. Llame a otros vecinos y a la policía local”, agregó.
Vestida con ropa andrajosa, Kumar presentaba una severa desnutrición y deshidratación, signos de un prolongado sufrimiento. La escena en el bosque era una de desesperación y angustia. Según reveló Lokmat Times, los oficiales tuvieron que usar cortadores para romper la cadena que mantenía a Kumar prisionera. Su pierna derecha estaba gravemente hinchada debido a las restricciones impuestas por la cadena
Así estaba cuando la liberaron
Las autoridades locales se movilizaron rápidamente y la trasladaron al Centro de Atención Primaria de Sawantwadi, antes de derivarla a un hospital más avanzado en Goa.
En el lugar donde hallaron a Kumar se encontraron copias de su pasaporte estadounidense, que mostraban que tenía una visa india vencida, su dirección en el estado indio de Tamil Nadu y recetas médicas.
Cuando la encontraron, en ese bosque ubicado a 450 kilómetros de Mumbai, estaba al borde de la inanición y severamente deshidratada. Su incapacidad para hablar complicó la obtención de las primeras informaciones directas sobre su calvario. De hecho, en esos primero momentos, solo se comunicaba escribiendo en un bloc de notas.
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En una de sus notas redactadas apresuradamente, aseguró que había pasado 40 días sin comida en el bosque y culpó a su esposo de haberla encadenado.
Este testimonio inicial desató una investigación por intento de asesinato. Sin embargo, la historia pronto dio un vuelco inesperado: Kumar admitió que se había encadenado ella misma, debido al estrés causado por su visa vencida y sus problemas financieros. “Compré las cadenas y los candados yo misma”, confesó a la policía.
Las autoridades ceen que Kumar habría inventado la historia porque temía las consecuencias de su situación migratoria.
“También afirmó que tenía la mandíbula trabada debido a una ‘inyección para tratar una psicosis extrema’”, indicó la policía. Esta revelación ha llevado a nuevos interrogantes sobre su estado mental y su verdadero estado de salud.
Recuperándose en el hospital
Desde el inicio de la investigación, las autoridades indias mostraron escepticismo respecto a las afirmaciones de Kumar sobre haber sobrevivido sin comida durante cuarenta días. “Sin consumir agua, los seres humanos morirían en unos pocos días”, afirmó el sitio web de información sanitaria MedLine Plus, gestionado por la Biblioteca Nacional de Medicina del NIH.
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Su estado de salud
En las últimas semanas, la salud de Kumar ha mostrado mejores indicios. Según Sanghamitra Phule, superintendente del hospital psiquiátrico donde recibe tratamiento: “Ella viene, camina y también hace ejercicio. Está bajo tratamiento y también le estamos suministrando algunos nutrientes que su cuerpo necesita”.
Kumar, quien vivía en el estado de Massachusetts, reside en India desde hace aproximadamente diez años, se mudó para estudiar yoga y meditación. Los medios locales, Deccan Chronicle e Indian Express, agregaron que la policía encontró en su posesión un teléfono móvil, una tablet y aproximadamente 31.000 rupias (370 dólares). Además, las autoridades aseguraron que la mujer tiene contacto con sus familiares de Estados Unidos.