La decisión de iniciar una causa fue tomada por el fiscal Matías Merlo luego de que el campeón mundial lo revelara en su entrevista de ayer martes. La hermana del jugador, que recibió la intimidación, se había negado a denunciarla.
El fiscal regional interino de Rosario Matías Merlo ordenó la apertura de una investigación de oficio tras las declaraciones realizadas por Ángel Di María. El campeón del mundo y bicampeón de América contó este martes que el pasado 25 de marzo su familia sufrió dos intimidaciones en simultáneo: por un lado, disparos al aire y un cartel arrojado en inmediaciones del country de Funes Hills Miraflores, donde tienen una propiedad. Por el otro, se encontró una caja con una cabeza de un chancho con una bala incrustada en la inmobiliaria de la hermana del jugador, junto a una amenaza que ilustra esta nota, con una expresa mención a la hija del astro, con expresas menciones al gobernador Maximiliano Pullaro y la ministra Patricia Bullrich.
Las intimidaciones, aseguró el astro a Rosario3, fueron el motivo que impidió su regreso a su ciudad para terminar su carrera en Central, el club que lo formó como futbolista.
Como la amenaza no había sido denunciada en su momento, ahora el Ministerio Público de la Acusación buscará establecer si fueron realizadas por pedido de presuntos integrantes de la barra brava de Newell’s, quienes están sospechados por el hecho ocurrido en Funes, con un capo de la hinchada detenido, que enfrentará la Justicia esta semana por el ataque al country.
Según explicaron a Infobae fuentes del caso, Merlo tomó la decisión al enterarse por los medios de comunicación de lo que consideró un hecho grave no denunciado ante la Policía ni la Justicia. Investigadores indicaron que el cartel nunca había llegado a manos de los fiscales o agentes que intervinieron en la causa por la intimidación que tuvo lugar en Funes.
Ambos sospechosos fueron arrestados por la Policía de Investigaciones y la Tropa de Operaciones Especiales el jueves pasado mientras se subían a un auto en boulevard Seguí.
En esa investigación, Socca ya acusó a Pablo Ezequiel Acotto (35) y Sara Belén Gutiérrez (23), los ocupantes del Renault Megane gris que fueron el 25 de marzo pasado hasta el country de Funes a efectuar los tiros y a arrojar el cartel intimidatorio. En esa audiencia, el fiscal afirmó que habrían cometido el atentado por cuatro millones de pesos.
Socca, según indicaron fuentes del caso a Infobae, quedaría a cargo de la investigación de la amenaza de la cabeza del cerdo, al conectarse ambos expedientes. La violencia barra no se detiene en Rosario. El viernes pasado, la casa de un vocal de la comisión directiva de Newell’s Old Boys fue atacada a tiros en el barrio Tablada, en la zona sur de la ciudad. La balacera ocurrió mientras María Fernanda C., la víctima, estaba en una asamblea en el club.